La dama de la lámpara.- Los uruguayos enfrentamos una situación muy particular, producto de la pandemia del Covid, que además de afectar gravemente la sanidad, incide en el aspecto social y económico.
Es notorio que en este escenario, tienen especial participación los integrantes del sistema de salud, los científicos del Instituto Pasteur y de otros centros de investigación, que en todos los casos vienen aportando con grado de apostolado su conocimiento, esfuerzo y compromiso con una profesión, que tiene un contenido profundamente humanista y de profundo contenido espiritual.
Es oportuno recordar una mujer, que tuvo el privilegio de ser reconocida en su época y por su obra como impulsora de la enfermería moderna. Es sin duda un fuerte símbolo feminista. Nos referimos a Florencia Nightingale, nacida el 12 de mayo de 1820, en Florencia, Italia.
De espíritu muy revolucionario y reformismo social, con solo 17 años dijo haber vivido “una llamada de Dios para hacer el bien”. Pero no ingresó en un Convento, quería ser enfermera. Por su labor en centros de atención de hospitales militares ingleses en Estambul, donde prestaba asistencia a los soldados heridos, con esmerada atención y mucho amor confortando los pacientes en los pabellones en horas de la noche, se le reconocía como “La dama de la lámpara”, y como “el ángel cuidador”.
Por su condición de mujer no fue fácil su labor, pero logro un cambio radical en los sistemas de la salud pública en Gran Bretaña, eliminando las camas compartidas por soldados vestidos con su ropa sucia, impulsó el sistema de lavanderías hospitalarias ,lavarse las manos con jabón, y promoviendo el sistemas de ventilación en las salas de internación.
Florencia fue autora del primer plan de estudios de enfermería y del código ético de la profesión. Introdujo en los hospitales la epidemiología y la estadística. En 1860 abrió una escuela para Nurses, lo que elevó este trabajo como profesión calificada.
Autora de más de 200 libros, todas sus técnicas fueron exportadas a muchos países, reconociéndose como la fundadora de la enfermería moderna. En el año 1907 el Rey Eduardo VII, le otorgó la Orden al Mérito, siendo la primera mujer que recibía este reconocimiento. Henry Dunant, declaró que se inspiró en Florencia para fundar la Cruz Roja.
En tiempos donde la mujer tenía dificultades para el ejercicio de determinadas profesiones, Florencia Nightingale logró importantes modificaciones en la atención de hospitales, lo que hizo disminuir la mortalidad. En 1873 le impartía los siguientes consejos a los estudiantes de enfermería: “El honor no yace en ponerse la enfermería como un uniforme. El honor yace en amar la perfección, la consistencia y en trabajar duro por ella, es estar preparada para trabajar pacientemente”.
Al recordar a esta brillante mujer, es oportuno el reconocimiento a todo el personal de salud del Uruguay, que con compromiso y profesionalidad, desarrolla su tarea en este tiempo de pandemia, con la filosofía de humanismo, entrega y compromiso de Florencia Nightingale.
Coincidiendo con la fecha de nacimiento de esta particular mujer, el día 12 de mayo se conmemora el “Día Internacional de la Enfermería”. Llegue nuestro fraternal saludo a la gran familia de la salud uruguaya.
Por Saúl Moisés Piña
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