El 1ro del corriente se cumplirá una fecha de muy particular significación: "El Día de los Trabajadores". Un primero de mayo de 1886, siete obreros fueron muertos por la policía, en la ciudad de Chicago de Estados Unidos de América, marcando en el mundo entero un camino hacia la justicia social y el mejoramiento del escenario laboral.
Es oportuno recordar, que en el Uruguay, la ley de ocho horas laborales, se obtuvo mediante la iniciativa de políticos de elevados quilates morales, como fueron Carlos Roxlo, Luis Alberto de Herrera y José Batlle y Ordoñez, quien fue firmante del Decreto de ley Nº 5.350, del 17 de noviembre de 1915, siendo el primer país en el mundo que introdujo las 8 horas en el sistema de protección a los trabajadores, un dato del que poco se habla, pero que indica los valores de aquellos tiempos.
Esta fecha será de fiesta para quienes tienen trabajo, de esperanza para quienes no lo tienen y lo buscan y, de reflexión para todos los uruguayos, como forma de dimensionar el trabajo, que es la única vía que civiliza y enriquece a los pueblos .No hay duda que la familia uruguaya enfrenta un complejo panorama por la influencia de conflictos bélicos en el exterior ,por la cruel pandemia que debimos enfrentar, y también por especulaciones políticas que inducen a negar virtudes a todo lo existente.
Se avecinan cambios muy importantes a nivel mundial, sobre todo en el área tecnológica, que generará mayores dificultades de inserción en el mundo del trabajo de jóvenes no calificados. El movimiento sindical tiene que advertir estos cambios que trae la robotización, buscando las vías para tener relaciones laborables estables, fortaleciendo el dialogo y reduciendo los métodos y frecuencias de los conflictos laborales y evitando la contaminación ideológica.
El mercado laboral enfrenta un enemigo: la tecnológica. Ya se vienen realizando estudios relacionados con los puestos trabajo que ya vienen siendo sustituidos por máquinas, las que rinden todos los días igual, no se enferman, no hacen paros, no salen a fumar y el comportamiento siempre es el mismo. Se debe considerar también, que los robots tampoco aportan al BPS ni al sindicato.
La meta hoy es la protección del trabajo nacional, respetando la fuentes que generan ocupación, el cumplimiento de derechos y también deberes para los trabajadores en el marco de las leyes que los amparan, que fueron realmente precursoras en el Uruguay, obra de gobernantes de hace tiempo.
Tenemos la aspiración de que el Día de los Trabajadores, sea una vibrante etapa de ese viaje hacia nosotros mismos, para valorar el privilegio de vivir en el Uruguay, fomentando el vuelo libre, de la fraternidad, del compromiso del pago, de la inteligencia y de la integridad moral.