Un proyecto innovador, coordinado por la investigadora del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE), Susana González, trabaja en la conservación del venado de campo en Uruguay.
Desde hace muchos años la investigadora, Susana González, trabaja en el área de la genética de la conservación con énfasis en el venado de campo (Ozotoceros bezoarticus). El primer trabajo de las unidades genéticas de este ejemplar lo publicó en 1998, y a partir de ahí fue viendo que hay otras cosas interesantes a investigar. “Empecé trabajando en poblaciones silvestres y en cautiverio. Luego fui trabajando en demografía genética, morfología y llegamos a la descripción de dos subespecies para Uruguay, que son importantes porque solo están en nuestro país”, contó González en diálogo con Montevideo Portal.
“Después de que empecé a trabajar con otras especies con un colega brasileño, el doctor Mauricio Barbanti Duarte, tuvimos varios proyectos en común. En 2018, a raíz del proyecto L´oréal yo había indicado que quería hacer un curso e invitarlo a él. En la EFCA, la directora Brenda Bon nos había invitado a trabajar en investigación con los animales de allí”.
La investigadora explicó que se les planteó por parte de los veterinarios que “había un problema de depresión endogámica, ya que los animales nacen, pero no llegan a reproducirse”. “No llegan al primer año de edad o nacen y mueren al poco tiempo. Ellos nos consultaron qué pensábamos y al tratarse de animales de un centro de cría en cautiverio la solución sería incorporar nuevos animales, pero eso no es posible porque hay una reglamentación que prohíbe extraer animales de la naturaleza. Algo que comparto”, agregó.
González explicó que luego “surgió la idea desafiante de ir a capturar animales a la naturaleza, extraer semen y hacer un seguimiento de cinco machos en Salto”. “En cautiverio optamos por nueve hembras, asegurándonos de que no tuvieran contacto con machos evitar que quedaran preñadas y para sincronizar el celo para poder hacer la inseminación con el semen extraído de animales silvestres”, acotó.
El trabajo se desarrolló en la población silvestre de Salto en dos de los más de 20 establecimientos que integran el Área Prioritaria Arerunguá en los que se seleccionaron cinco machos para ser donantes de semen para experimentar la inseminación de nueve hembras de la Estación de Cría.
Los cinco machos, fueron capturados, exitosamente por el Dr. Mauricio Barbanti, anestesiados se tomaron muestras biológicas y se les colocó un radiocollar satelital el cual reporta su actividad diariamente, así como el punto exacto de donde se encuentran. La calidad del semen y su conservación fue evaluada por el Dr. David Galindo.
“Las hembras, que están en la Estación de Cría, tuvieron una buena recuperación luego del proceso de inseminación y ahora tenemos que esperar siete meses de preñez y ver cuántos ciervos nacen”, sostuvo la investigadora. Las hembras fueron preparadas por la Dra. Luciana Diniz para lograr la sincronización del celo.
“Es un desafío, quizás en el ganado, ovinos y vacunos es algo más de rutina y que tiene bastante éxito, pero en animales silvestres y en esta especie en particular sería la primera vez que se hace esto y esperemos que salga bien”, añadió. González consideró que “es fundamental que como consecuencia de la captura no murió ningún macho, tampoco como consecuencia del procedimiento fueron afectadas las hembras”. “Va transcurrido un mes y si surge un problema no va a ser a consecuencia de la manipulación”, afirmó la bióloga.
Con los machos esperan tener “buenos datos e información de cómo se mueven, cómo es su ámbito de hogar y el espacio que necesitan para vivir en la naturaleza”. “También estaremos monitoreándolos personalmente. Los radiocollares permiten verlos todos los días, pero también está bueno ir y verificar en el campo cómo funcionan las cosas. Podemos ver si están en grupo y cómo es la composición del grupo”, aseveró la investigadora.
Proceso de trabajo
Los machos que están analizando se encontraban en dos estancias en Salto, de las muchas estancias que tienen venados de campo en nuestro país. “Seleccionamos lugares donde los animales estaban acostumbrados al tránsito, ya que el avistamiento se hace con vehículos”, dijo González.
“El dr. Mauricio Barbanti, les disparó con rifles de dardo, que tiene una anestesia que permite manipular para la extracción de muestras, así como la toma de las medidas corporales, extracción de parásitos y ectoparásitos. Teníamos facilidad de acercamiento con vehículos y estos animales tenían costumbre de ver personas”, agregó.
“La época de reproducción de estos ejemplares ocurre en fines de febrero y principios de marzo, esto se ha visto estudiando en cautiverio”, aseguró González, y comentó que ahora están “procesando las muestras de todos los animales, tanto de parasitología y genética”.
“También se tomaron muestras serológicas, para hacer estudios de alguna enfermedad, ya sea un patógeno viral o bacteriano que se realizará en colaboración con la investigadora María Eugenia Francia del Instituto Pasteur”, concluyó.
Fuente: Santiago Magni