Son varios los perros que merodean por los liceos de Durazno e incluso ingresan a los mismos, donde son siempre bien recibidos. De hecho, desde todos los centros estudiantiles reportan casos de peluditos que se ganan el corazón de los adolescentes y de quienes allí trabajan.
Todos los días, cuando a las 7.00 de la mañana Elías Ratín, un adolescente de 12 años, se prepara para ir al liceo 3 de la ciudad de Durazno, Sultán ya está en pie.
Pero luego de observar a su dueño con unos ojos cuya genuinidad impresiona, Sultán se va antes (solo) y espera la llegada de Elías en la puerta de la institución liceal.
Tras festejar con su cola el arribo de su amigo, este can de raza mestiza y pelaje color “dulce de leche”, se queda en los pasillos hasta que el muchacho finaliza la jornada estudiantil.
Si se siente aburrido se acerca y con su hocico trata de mover la puerta para que le permitan entrar. Obviamente que si acceden a su solicitud no duda en mezclarse con los alumnos.
Generalmente la mascota aguarda hasta el mediodía la salida de Elías y se van juntos para la casa ubicada en barrio La Amarilla de la ciudad de Durazno, donde el perro y el chico viven con la abuela. Sin dudas un compañero realmente fiel.
Con aportes de la profesora Silvana De Palleja.