Espectáculo inclusivo "Villazul" se presenta en Durazno

El proyecto cuenta,  además, con el apoyo de diversos artistas del medio nacional e internacional y busca tanto ayudar a niños y padres en el  aprendizaje así como concientizar sobre la forma de mejorar el  desarrollo de un niño especial. 

El disco se editó en diciembre de 2014 y logró ser Disco de Oro en menos de un mes. También alcanzó el Disco de Platino y Doble Platino en el siguiente año. Asimismo, ganó el Premio Grafiti a Mejor Álbum Infantil y desde esa fecha hasta setiembre de 2018 se ha mantenido como uno de los discos mas vendidos del Uruguay. Se editó en Argentina, Chile y Australia.

 

A la temprana edad de dos años y medio, el hijo mayor de Fabián Marquisio, Antonio, fue diagnosticado con TEA: “Cuando  aparece la palabra AUTISMO en nuestras vidas muchos padres  sentimos que el mundo se nos viene abajo pero luego  comenzamos a buscar la mejor forma de ayudar, apoyar o entender a nuestro hijo. En mi caso la música siempre fue la  mejor herramienta para todo y fuimos descubriendo que era más fácil lograr que Antonio aprendiera una actividad o una acción si  le cantábamos una canción que hablara sobre eso. Así fuimos  incorporando a su diario vivir músicas que asociábamos con  diferentes acciones, por ejemplo, cuando llegaba la hora de la  ducha cantábamos “Al agua pato” y el rápidamente se dirigía al baño sabiendo lo que iba a suceder”.

Este sistema es muy conocido por todos los padres que han  utilizado “a guardar a guardar” o cualquier otra melodía para  lograr que su hijo realice una acción con mayor placer. “Muchas  actividades tienen su melodía, sobre todo las simpáticas como pasear o jugar, pero para cosas como ir al baño, vestirse o comer es mas difícil encontrar músicas, por lo tanto las inventábamos  en el momento”. Una tarde Marquisio decidió buscar músicas ya  compuestas en la red por terapeutas o especialistas para utilizar con su hijo y se asombro con los pocos trabajos al respecto.  

“Villazul” es un trabajo con más de veinte canciones inéditas  que van recorriendo el día de un niño desde que se despierta hasta que se va a dormir, pasando por eventos como el cepillado  de los dientes, el desayuno, la ducha, la escuela, el doctor, las  necesidades físicas, el juego, la comida o la recolección de los  juguetes. Están ordenadas para que los padres puedan ir aprendiendo las melodías y las letras a medida que las acciones se van desarrollando, porque esa es la idea final, no que el disco suene cada vez que necesitamos que el niño lo escuche, sino que el familiar logre incorporar la canción a la rutina diaria cantando e intentando que el niño la cante también. 

“Es increíble el efecto  de la canción cuando logramos que llegue a la rutina de nuestro hijo, no solo realiza la actividad con gran alegría sino que  también tararea la música mientras la está realizando. 

Para un niño con TEA el aprendizaje es mucho más fácil a través de imágenes o de sonidos, aunque en realidad es como cualquier niño o persona adulta, nos es más fácil recordar una historia si la  vemos en una película o aprendemos una canción que la cuenta”.

Villazul no fue pensado en un principio para ser tocado en vivo, eran canciones cortas y sencillas, y hubo que pensar muy bien cuando surgió la propuesta de hacer un show. 

El espectáculo se estrenó en el Teatro Cantegril de Maldonado ante más de 600 niños y fue un éxito. La banda conformada por Estela Magnone, Rodrigo Buschiazzo, Pablo Cardoso, Moyi Figueira y Fabian Marquisio, más el grupo de teatro Sueños Reales que intepretaban y le daban vida a las canciones y las acciones cotidianas que representaban.  En ninguno de los conciertos se cobró entrada. 

Además, solemos luego de las funciones hacer una charla/encuentro con familias y educadores para contar nuestra experiencia con la música y el autismo, la inclusión, y brindar herramientas para el abordaje de la discapacidad.

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