El sábado 27 de mayo entre las 13.00 y las 18.00 horas, se llevó a cabo en Montevideo (Convención 1165) el Congreso de Unidad Popular. Participaron unos 80 delegados de todo el país, entre ellos, por Durazno, Martín Barrero y Michael González.
Estuvieron presentes el Mtro. Gonzalo Abella y el ex diputado Eduardo Rubio. Barrero dijo a DURAZNO DIGITAL que "participaron militantes de los sectores Partido Comunista Revolucionario (lista 960), Partido Humanista (lista 1969) y Movimiento 26 de marzo (lista 326), además de ciudadanos independientes"."Se aprobó un documento central con aportes de los militantes y una declaración pública al cierre. Desde la UP se llama a la unidad de la izquierda extra frenteamplista y frenteamplistas de base desencantados o que no se sienten representados con la actual orientación del progresismo", reveló Barrero.
Declaración
Declaración final del °12 Encuentro Nacional de Militantes de la Unidad Popular
Finalizado el 12° Encuentro Nacional de Militantes de la Unidad Popular y luego de una jornada intensa de discusión y análisis, nuestra fuerza política da a conocer mediante su documento, una serie de valoraciones y consideraciones sobre la situación política y social que atraviesa el país.
En relación a la situación política reafirmamos el carácter neoliberal del gobierno de la coalición de la derecha, evidenciado en las políticas impulsadas y metodologías aplicadas a la hora de defender los intereses del gran capital y de los organismos internacionales de crédito en detrimento de los intereses y necesidades del pueblo oriental.
Su agenda constituida a comienzo de gestión se viene aplicando a rajatabla, la aprobación de un presupuesto quinquenal de achique del gasto social se vio refrendado y profundizado en cada Rendición de Cuentas. A ello le siguió la Ley de Urgente Consideración con la cual recrudeció las políticas represivas en todos los niveles, incluso en el ámbito sindical. Su tercera medida esencial dentro del proyecto de gobierno fue la aprobación de la Reforma de la Seguridad Social, reforma que no hace más que retroceder en derechos del pueblo en dicha materia al tiempo que amplía los mecanismos de explotación del pueblo en pos de los beneficios del sistema financiero.
Buena parte de estas medidas fueron creadas y aplicadas sin la resistencia y el enfrentamiento que hubieran sido necesarios por parte de la oposición parlamentaria y del movimiento sindical y popular. Hecho que implica el retroceso en derechos y objetivos de izquierda históricos, argumentados por el oportunismo en asumir un papel de “oposición responsable”.
En lo que refiere a la situación económica el golpe a los trabajadores es constante, con salarios sumergidos y que siguen perdiendo poder de compra. El nivel de endeudamiento del país sigue en aumento, utilizando viejos y nuevos mecanismos.
La llamada reforma educativa no es más que un disparador de medidas que colocan a ésta en una situación crítica en todos sus aspectos, tanto en el contenido como en la forma.
La conducta de éste gobierno en materia de Derechos Humanos es un claro reflejo de su estirpe de clase, sistemáticamente se posiciona en mantener la impunidad, la que ya venía de los gobiernos anteriores pero agravándola con nuevos proyectos reaccionarios, al tiempo que se rehúsa avanzar en alcanzar la verdad y hacer justicia con los crímenes de lesa humanidad.
En materia de recursos naturales y el cuidado del medio ambiente, todas las medidas llevadas adelante por el gobierno han sido en dirección contraria a proteger nuestra soberanía. En pocos años se impulsaron y se continuaron proyectos extractivistas y contaminantes que atentan contra la producción nacional y el cuidado de nuestros recursos. Prueba de ello es lo que estamos viviendo con el agua, donde el agronegocio y la forestación han dañado nuestros suelos, contaminan y privatizan el agua, al tiempo que el Estado no es capaz siquiera de asegurar agua potable a su población.
Esta realidad que sin dudas también tiene, lamentablemente, aspectos negativos en materia de vivienda, salud, empresas públicas, etc, es gestada en algunos aspectos y continuada en otros, por la coalición de derecha que responde directamente a los intereses de la gran burguesía local y del gran capital extranjero.
Es por ello que la respuesta debe ser también con un profundo sentido de clase, colocando en primer lugar los intereses de los trabajadores, de nuestro pueblo, de los más humildes.
La lucha que emprendemos es la lucha de todos, por ello llamamos a la confluencia de las fuerzas de izquierda consecuentes y coherentes, impulsando un proyecto antiimperialista y que permita alcanzar en las próximas elecciones una representación parlamentaria con una firme defensa de los principios y objetivos de izquierda.
