Durante la sesión del jueves 5 de setiembre, el edil Enrique Erramuspe, presidente de la Junta Departamental, en un tono marcado por la urgencia y la frustración, denunció una serie de incidentes que reflejan un creciente estado de desorden en la ciudad de Durazno.
El punto álgido de su intervención fue un episodio ocurrido en la madrugada del sábado anterior, en el que un grupo de personas se juntó en torno al Parador Municipal para montar una fiesta descontrolada. Los participantes estacionaron sus vehículos con los baúles abiertos hacia el río y elevaron el volumen de sus parlantes, causando una perturbación sonora que se amplificó debido a la acústica del agua.El curul relató que a pesar de las numerosas llamadas realizadas por los vecinos de Santa Bernardina a las autoridades, el personal policial respondió de manera insuficiente. Según su relato, cuando los vecinos intentaron contactar a la policía a las 02:00 de la madrugada, ésta se presentó, pero no logró identificar a los responsables. Ante la insistencia de los vecinos (también llamaron a la Comisaría 2da.) y el creciente número de personas en el Parador, la Policía se retiró sin tomar medidas efectivas. La situación persistió hasta las 05:30 de la mañana, con los vecinos sin un respiro durante la noche.
Erramuspe criticó duramente la falta de respuesta y la aparente ineficacia de las autoridades locales, cuestionando la capacidad de la Policía para manejar situaciones de desorden y proteger a los ciudadanos. Enfatizó que este incidente no es un caso aislado, sino parte de un patrón de descontento y desprotección que afecta a la ciudadanía.
Además, hizo un llamado a la acción, reconociendo la labor de la Comisión de Convivencia Ciudadana, que ha estado trabajando diligentemente con diversas autoridades, incluido el Ministerio del Interior y la Secretaría de Convivencia Ciudadana de Montevideo. A pesar de los compromisos y las recomendaciones, como la posible incautación de equipos, el nacionalista acusó a las autoridades locales de no cumplir con las promesas y de no abordar de manera efectiva los problemas de seguridad y orden público.
