
Durante la sesión del jueves en la Junta de Durazno, el colorado Julio Marcenal expuso con dureza lo que describió como una “situación de estricta justicia ignorada” por la administración local: la falta de respuesta a un expediente vinculado al predio donde funciona la Feria del Trueque, y las consecuencias tributarias que enfrentan sus propietarios.
Según relató, todo comenzó en 2020, cuando los propietarios del padrón 2565 cedieron el uso del terreno para que allí funcionara la feria popular, tras un acuerdo alcanzado con representantes de la propia feria y funcionarios de la Intendencia. A cambio, los organizadores se comprometían a mantener limpio y parquizado el lugar. El acuerdo, afirmó el curul, consta en actas firmadas por personal de la Dirección de Salubridad, específicamente por un inspector, y elaboradas con papel oficial de la Comuna duraznense.Sin embargo, apenas unos meses después —en plena crisis sanitaria y económica— los propietarios recibieron una notificación inesperada: el terreno había sido calificado como baldío, lo que implicó un aumento significativo en la contribución inmobiliaria. “En vez de un gesto de agradecimiento, les clavaron el impuesto al baldío”, ironizó Marcenal. “Y terminaron sin ninguna respuesta administrativa”.
El edil explicó que, tras recibir una nota de los afectados durante su presidencia en la Junta, el tema fue derivado primero a la Comisión de Legislación y luego a la de Hacienda. El 30 de mayo de 2023, esta última envió una solicitud formal al Intendente, pidiendo la recalificación del padrón y la remisión de la deuda generada. Desde entonces —denunció— el expediente “sigue durmiendo en Hacienda”.
Visiblemente molesto, no ocultó su frustración: “Me tomé el trabajo de ir a preguntar y el intendente ni sabía que este tema existía. El número uno del Ejecutivo ni idea tiene del estado de este expediente. Esa es la vergüenza”.
A diferencia de otras oportunidades en las que pidió que sus palabras fueran remitidas a distintas comisiones, esta vez anunció que actuará por cuenta propia. “No voy a pedir que pasen a ningún lado. Yo mismo voy a llevar la versión taquigráfica al intendente, en mano, para que de una vez por todas se entere y vea si puede intervenir”, cerró.
El caso, para Marcenal, no es un simple trámite administrativo. Es una cuestión de coherencia, de justicia con quienes colaboraron en un momento difícil, y de respeto institucional: “Cuando la Junta tramita remisiones de deuda para otros predios, incluso para terrenos donados a escuelas, no hay mayores obstáculos. No entiendo por qué en este caso hay una especie de encierro con estas personas. ¿Cuál es el problema?”.