
En la sesión ordinaria de la Junta Departamental del jueves 3 de abril, la edil nacionalista Daniela Moreira elevó una propuesta que resonó como un tributo y, a la vez, como una demanda de reconocimiento: que el Pequeño Teatro de Durazno sea declarado de interés cultural departamental.
Fundado el 18 de junio de 1961 por un grupo de apasionados del teatro —entre ellos Juan Rodón, Domingo Alonzo y Rosina Sosa—, el Pequeño Teatro no solo ha sido un escenario para las artes escénicas, sino también un símbolo de resistencia cultural, formación artística y compromiso con valores universales como la justicia, la libertad y la dignidad humana.Durante su intervención en los Asuntos Previos, Moreira trazó una línea de tiempo que evocó el camino persistente de esta institución, que comenzó sin sede fija, recorriendo espacios prestados en escuelas, talleres y salones parroquiales, hasta la concreción de su propio local en 1968, en la antigua carpintería Cataldo. Desde entonces, la sala se transformó en un semillero de talento, acogiendo obras de dramaturgos como Florencio Sánchez, Ernesto Herrera y autores duraznenses como Orlando Aldama y Jorge Echenique.
La docente destacó además la participación del Pequeño Teatro en la fundación de la Asociación de Teatros del Interior (ATI), así como su presencia en escenarios de todo el país, desde Montevideo hasta rincones rurales, donde sus elencos viajaban en tren o en ómnibus con una sola meta: hacer teatro.
"Es la institución del interior más antigua en funcionamiento ininterrumpido desde 1961, con más de 350 socios activos", subrayó Moreira, y recordó figuras claves como Rosina Etelvina Sosa Galó, referente del teatro duraznense, y el artista plástico Claudio Silveira Silva, responsable durante años de las escenografías.