La reducción en la cantidad de embarazos no intencionales en adolescentes que se registró en los dos últimos años refleja una mejora en el abordaje del tema por parte de usuarios y prestadores de servicios sanitarios, dijo el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, en la reunión sobre salud sexual y reproductiva, violencia y adicciones que encabezó este martes 12 en la sede ministerial.
Un ejemplo es la colocación de implantes subdérmicos, un método calificado por el ministro como muy eficaz y eficiente, sobre el que explicó que suele generar buena recepción entre la población adolescente y joven por su larga duración y porque evita los riesgos de otros sistemas.
Actualmente este método solo está disponible en el sector público. Cada año, el ministerio le entrega a la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) 25.000 implantes que son utilizados en hospitales y servicios del prestador público. En promedio, se colocan unos 2.000 por mes.
El ministro informó sobre la compra de implantes, a través del Fondo de Población de Naciones Unidas, para que algunos prestadores privados coloquen estos anticonceptivos sin costo y realicen los seguimientos correspondientes.
Basso explicó que en los espacios de salud adolescente que cada prestador debe ofrecer se genera el intercambio con los adolescentes y sus padres para abordar este tema y decidir, siempre con respeto por la voluntad de las menores. “Ningún método anticonceptivo culmina con el suministro. Hay que hacer un seguimiento, estar atentos a lograr una mejor respuesta. Esto incluye la posibilidad de retirarlo ante alguna complicación que pueda darse o por voluntad de la mujer”, agregó.
El ministerio analiza la experiencia desarrollada en Chile y sus autoridades dialogan con representantes de la Organización Mundial de la Salud para identificar e implementar las mejores prácticas en nuestro país. Además, el jerarca recordó que el Estado estimula a los prestadores privados de salud con el pago de las metas asistenciales cumplidas. “Procuramos trabajar con metas, objetivos e indicadores, de forma seria en las políticas sanitarias”, finalizó.
