Fuentes del emprendimiento ubicado en calle Manuel Oribe confirmaron que volvieron a dejar sin efectos las funciones previstas para este fin de semana, luego que las mediciones efectuadas con el aparato de la IDD no fueran las esperadas.
Desde MCD hay cuestionamientos al sonómetro utilizado, dado que, siempre según su versión, el medidor captura no sólo el sonido de las películas sino también el ruido de los vehículos que pasan, lo que hace aumentar el nivel a un punto no autorizado. Por ejemplo, cuando no hay función el aparato marca 55 decibeles y basta que pase una moto muy rápido para que salte a 75.
En las últimas horas, desde una terraza vecina se hizo una medición: en ella, el cine, más el pasaje de un birrodado, dio un nivel no permitido. Y si se hubiera bajado un poco más el volumen de la película el público no la hubiera escuchado, lo que sería una falta de respeto, se argumentó.
Estiman que hay un problema allí y que el mismo debería solucionarse, de ahí que piensan conversar con el intendente de Durazno.
A raíz de lo anterior y con la mira puesta en el futuro, este miércoles surgió la pregunta ¿cuando se mida el sonido en la futura sala marcará lo mismo? En caso de que así sea, el problema volvería a generarse. Por ese motivo, hoy la continuidad del Movie Club en Durazno depende de algunos factores que, por ahora, van más allá de la gestión de los responsables de Movie Club Durazno.
