El proyecto tiene como objetivo contribuir a “gestionar los riesgos y prevenir los daños asociados al consumo problemático de bebidas alcohólicas”.
Para ello se promueven medidas tendientes a proteger y velar por los derechos, la salud integral y el bienestar de los habitantes.
A través de la iniciativa se propone la creación de un Registro de vendedores de bebidas alcohólicas y actividades conexas que funcionará en la órbita del Ministerio de Salud Pública.
El establecimiento habilitado para la venta deberá disponer cartelería con la leyenda: “Local habilitado para la venta de bebidas alcohólicas. Prohibida la venta a menores de 18 años”.
Por otro lado, se prohíbe la realización de concursos, torneos o espectáculos públicos, con o sin fines de lucro, que promuevan la ingesta de bebidas alcohólicas, con excepción de las modalidades de cata o degustación.
En espectáculos públicos donde se vendan, ofrezcan o suministren bebidas alcohólicas, se debe garantizar el acceso en lugar visible e higiénico a dispensadores gratuitos de agua potable.
Por otro lado quedará prohibido que en la publicidad participen o se vean representados los menores de edad.
Tampoco se podrá trasmitir virtudes o ventajas para la salud pública o individual o, por vía indirecta, generar representaciones equívocas respecto al consumo de bebidas alcohólicas y sus consecuencias.
En el mismo sentido, no podrán aparecer en las publicidades figuras públicas o personalidades reconocidas que asocien su éxito o reconocimiento al consumo de alcohol.
En el marco de la discusión de la iniciativa, la senadora socialista Mónica Xavier dijo que la aprobación del proyecto constituye “un paso muy importante en la construcción y diseño de una política nacional sobre el consumo problemático de alcohol”.
“Es un marco regulatorio, cuya intención es tener consecuencias sociales y sanitarias, porque nadie duda de la incidencia que desde el punto de vista sanitario tiene el consumo problemático de alcohol”, agregó.
Xavier dijo que está dirigido a los sectores más vulnerables “porque hay aspectos que protegen especialmente a los adolescentes, ya que el consumo más temprano hace que se preste atención especial”.
Remarcó que no se trata del consumo social dentro de los parámetros que no realicen daños, sino del consumo problemático, y reconocer que no es el igual el impacto del mismo consumo en un adulto que en un joven.
Sancionatorio y recaudador
Por su parte, el nacionalista Javier García cuestionó que el proyecto tiene un enfoque “netamente prohibicionista y recaudador”.
Mientras que el colorado Pedro Bordaberry manifestó que “el oficialismo retomó una política sancionatoria y dura de penalizar”.
“A este proyecto de Ley le falta tiempo en el horno, que lo trabajen un poquito más, lo sacaron crudo”, ironizó el legislador colorado.
Cuestionó que por un lado se tiene un énfasis prohibitivo en el tabaco y el alcohol, pero una actitud “permisiva con la marihuana”.
Fuente: LR21
