Un recuerdo para Bernabé Michelena. Por Saúl Moisés Piña

0

Durazno ha sido históricamente una valiosa cantera de mujeres y hombres, que han tenido una descollante participación de la fama y el éxito en todas las disciplinas relacionadas con el escenario cultural, pero que en algunos casos no han tenido la difusión adecuada. 

Es un imperioso deber, valorar la contribución de estos hijos del departamento, por cuanto además de dimensionar el aporte cultural, es una manera muy concreta de fortalecer la identidad.

El 27 de julio de 1963 falleció un particular ciudadano, cuya obra quedó en un espacio de privilegio del arte plástico nacional. Hacemos referencia al escultor Bernabé Michelena Etchepare, nacido en el paraje “San José de las Cañas”, en el establecimiento rural de sus padres, donde desde niño sintió esa fuerza tan particular que el ambiente campesino ejerce, sobre todo en el conocimiento en plenitud de la naturaleza, el contacto con la flora y la fauna, todos factores que tuvieron marcada influencia en su producción artística.

En 1916 obtiene el primer puesto en un concurso organizado por el Ministerio de Hacienda, para acuñar una moneda de plata con la esfinge de Artigas, permitiéndole una beca en Europa, donde afinó sus conocimientos.

Para este ilustre duraznense, la escultura fue el arte de conformar un volumen, de animar las formas, de un dinamismo interior,transformando la arcilla el yeso o el granito, el vehículo de la acción plástica.

UNA RICA INSPIRACIÓN

En Durazno existen varios testimonios de la rica inspiración de Michelena, como por ejemplo algunas piezas funerarias en la Necrópolis local, los “Caballitos” de la fuente de Plaza Artigas, y en especial el busto del Gral. Rivera y el de “Herrerita”, ambos emplazados en plaza “Independencia”. Una obra al frente del Templo de la “Madre María”, se asegura que es producto de su inspiración.

El último trabajo que realizó, fue ejecutado en 1960, en el ingreso al Aeropuerto Internacional de Carrasco; tratándose del monumento a la “Confraternidad”. También son de su autoría, el monumento al “Maestro” que se encuentra en el parque “Batlle” y el del “Obrero Urbano “ubicado en la plaza del Reducto.

Corresponde difundir la vida y obra de hijos de estos pagos, como forma de que las nuevas generaciones tomen conocimiento, de la riqueza cultural que nos legaron estos ciudadanos, que tuvieron el elevado privilegio de cultivar el espíritu a través del arte. Michelena tuvo el privilegio de penetrar dentro de la naturaleza, descubriendo en ella el alma de lo más sublime del ser humano.

En los centros de enseñanza se debe brindar la información adecuada, para que no transcurra con olvido lo del pasado el 27 de julio, con Bernabé Michelena.



Entradas que pueden interesarte