Este viernes 22 de noviembre, próximo a la hora 11:30, los bomberos acudieron a controlar la situación suscitada en las conocidas "boleadoras" gigantes incrustadas en el suelo en zona de plaza Rodó.
El museo de Los Charrúas no estaba abierto al público a esa hora, cuando una funcionaria observó que una abundante humareda salía por entre los gruesos vidrios de las tres puertas de la pintoresca construcción.
A poco de arribar la dotación de Bomberos procedió de inmediato a arrojar agua sobre las “boleadoras”, mientras con precaución los efectivos ingresaban a las mismas a efectos de encontrar el origen del problema.
La foco ígneo no afectó a ninguna persona, se aclaró, pero estiman que habrá pérdidas materiales dadas las características de la construcción y los materiales que allí se encuentran.
Si bien todavía no hay certezas sobre qué originó el fuego, algunas versiones extraoficiales atribuyen las consecuencias a un corto circuito en la habitación central.
La investigación está en pleno desarrollo y se aguarda un comunicado oficial a propósito de lo ocurrido a pocos metros de la avenida Jacinto Apolo, una de las más transitadas de la ciudad de Durazno.