Nuevo Centro Integrado de Educación Especial y Educación Artística atiende a 140 escolares en Trinidad, Flores
El Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) inauguró un nuevo centro integrado en Trinidad, Flores, el segundo en el país. Reúne a la escuela especial n.° 40, Haydee Blanca Rodríguez de Olarte, y a la escuela de educación artística n.° 48, Fray Manuel Ubeda. Mediante esta propuesta de convivencia educativa cursan sus estudios unos 140 niños al año.
El acto de inauguración del centro integrado en Trinidad, Flores, se concretó el viernes 6 con la presencia de autoridades del CEIP. Ambas escuelas, la especial n.° 40 y la de educación artística n.° 48, plantean una propuesta educativa integral e inclusiva, para potenciar el aprendizaje y aceptar las identidades.
Esta iniciativa reúne en un lugar a las dos instituciones. El espacio común habilita el desarrollo de una convivencia educativa en la que, a partir de reconocer las diversidades, se puedan adaptar y generar estrategias que posibiliten los mejores resultados. El centro funciona desde mayo y reúne a 140 niños y adolescentes en total. Ellos comparten las actividades artísticas, salidas didácticas, encuentros e instancias de talleres.
Esta iniciativa se enmarca en la actual política educativa, cuyos cuatro principios rectores son: calidad, integralidad, participación e inclusión. En este contexto, el CEIP desarrolla acciones en favor de rediseñar las prácticas educativas.
Un antecedente de esta propuesta tuvo lugar en la escuela especial n.° 80 y en la escuela de educación artística n.° 64, Poeta Gral. Edgardo Ubaldo Genta, ubicadas en Treinta y Tres. Esa fue la primera experiencia de centros integrados, si bien funcionan otros con distintas características en Río Branco, Tranqueras y Montevideo.
El consejero de Primaria, Héctor Florit, resaltó la continuidad a este tipo de acciones. Lo definió como “un formato nuevo” que permite que alumnos de la educación pública, con diversas habilidades, puedan compartir el espacio. “Es compartir derechos, construir futuro a partir de la interacción cotidiana y, en definitiva, construir una ciudadanía democrática, que es el objetivo último de la educación pública”, resaltó.
“Es una forma de expresar lo sustantivo de la condición humana: somos esencialmente iguales y luego cada uno tiene su diversidad, su particularidad. En la interacción vamos construyendo un mundo de complementariedades. Compartir el banco escolar nos permite reconocernos como iguales”, insistió Florit. Además aseguró que el modelo de integración es el mejor futuro para la sociedad.