El Poder Ejecutivo, mediante un decreto firmado el 13 de enero, transformó en Dirección General a la Unidad Aérea de la Policía Nacional, que dependerá de la Dirección de esa institución.
La consolidación de la citada unidad, dada la cantidad de aviones y helicópteros con que cuenta, el personal que en ella se desempeña y las operaciones de patrullaje, vigilancia y traslados que realiza, es el motivo de la transformación.
El cometido esencial de la Dirección General de Aviación de la Policía Nacional es desarrollar operaciones de patrullaje, vigilancia y traslados tendientes a detectar conductas ilícitas que atenten contra la conveniencia, la seguridad ciudadana y los derechos de los habitantes del país, mediante la observación, prevención, disuasión y, en caso de ser necesario, represión, en apoyo a las restantes unidades policiales, determina el texto legal.
Asimismo, señala que tendrá jurisdicción sobre las áreas urbanas, suburbanas y rurales del territorio, tanto en condiciones de vuelo regular o administrativo como en carácter de vuelo policial operativo.
Para el cumplimiento de sus tareas, dispone de seis aeronaves, actualmente asignadas al Ministerio del Interior, dos aviones y cuatro helicópteros, las que en el futuro lo sean por disposición del Poder Ejecutivo o la Junta Nacional de Drogas como consecuencia de la incautación y decomiso en operativos de represión al tráfico ilícito de drogas o crimen organizado y las que sean adquiridas por la propia Secretaría de Estado.
El articulado también indica que dicha unidad, que antes dependía de la Subsecretaría del Ministerio del Interior, ahora está subordinada directamente a la Dirección de la Policía Nacional. Además señala que el personal que integraba la Unidad Aérea ahora conforma la Dirección General de Aviación de la Policía Nacional en las mismas condiciones estatutarias y jerárquicas.
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