Que los niños y las personas con dependencia accedan a los servicios de cuidados, más allá de su lugar de residencia, su financiamiento y la corresponsabilidad de las tareas entre hombres y mujeres, fueron los desafíos marcados por las actuales autoridades para la consolidación del Sistema Nacional de Cuidados, calificado como el cuarto pilar de la protección social en Uruguay.
La cobertura alcanza a 80.000 personas.
“De cómo encaremos este triple de desafío de la universalidad, la corresponsabilidad social y de género y el financiamiento dependerá que Uruguay se encamine a una ampliación del sistema de bienestar que dé respuestas a las necesidades de las uruguayas y los uruguayos del siglo XXI”, expresó el secretario nacional de Cuidados, Julio Bango, en la presentación del libro La construcción del cuarto pilar de la protección social en Uruguay. Balance y desafíos.
Para el jerarca, la universalidad del acceso al servicio de cuidados con altos niveles de calidad “es independiente de dónde vivan y del tipo de servicio que requieran, sean estos públicos o privados”, y es uno de los principales objetivos de la implementación del sistema. Por ejemplo, en este quinquenio se realizó la mayor inversión en primera infancia de la historia del país para lograr el objetivo de que en 2020 la oferta de servicios para niños de hasta 3 años sea universal.
En el quinquenio se construyeron 79 centros de atención a la infancia y la familia (CAIF), se ampliaron 96 y se inauguraron dos centros de atención a la primera infancia (CAPI). Añadió que están abiertas las licitaciones de los centros que serán inaugurados en 2020, como, por ejemplo, 44 jardines de infantes mediante participación público-privada (PPP) y 61 CAIF (42 por participación público-privada).
La corresponsabilidad, planteada en su faceta social (entre Estado, familias, comunidad y mercado) y de género (promover el cuidado equitativo entre varones y mujeres), también forma parte de la identidad del proyecto.
“La profundización de la corresponsabilidad social supone afianzar el Sistema de Cuidados, en el que intervienen el mundo público y el privado, y de allí se desprenden orientaciones para la implementación de servicios estatales, privados y mixtos de cogestión público-privada. También supone avanzar en materia de la regulación de todos los servicios, independientemente de su naturaleza, bajo los mismos parámetros de eficiencia y calidad”, dijo.
Finalmente, planteó el desafío del financiamiento: “Pensar en una política basada en un financiamiento exclusivo de rentas generales no parece factible. El desafío propone avanzar en una lógica de regímenes mixtos, que permitan sumar el esfuerzo de la sociedad y el Estado para asegurar el derecho al cuidado de toda la ciudadanía”, expresó.
“Cuando uno puede decir ‘cumplimos con los compromisos asumidos’ es un momento muy grato para nosotros, pero también para nuestro compromiso con el pueblo uruguayo”, calificó la ministra Arismendi sobre las realizaciones en el quinquenio.
La inversión acumulada en el quinquenio es de 771 millones de dólares y alcanza a 80.000 familias. Uruguay es el país de la región con mayor cobertura en educación y cuidados para niños de hasta 3 años, con una oferta que alcanzará en 2021 a 86.000 niños, un crecimiento del 53 % en la atención de ese grupo etario, ya que en 2015 abarcaba a 57.500.
Añadió que más de 4.000 personas están formadas para atender a personas con discapacidad y otras 3.000 para cuidar a niños y que, al finalizar el período de gobierno, unas 1.300 personas harán uso del servicio de teleasistencia en casa.