Este viernes 21 se dio a conocer el documento que contiene el Plan Nacional de Saneamiento, por el que se procura alcanzar la universalización del acceso en 2030.
Esta administración concibe el saneamiento como un derecho humano fundamental, sinónimo de salud, calidad de vida y mejora ambiental.
El plan pretender ser un insumo de trabajo para este fin. La proyección de inversión es de unos 1.200 millones de dólares.
El Plan Nacional de Saneamiento es el primer instrumento de planificación que aborda el acceso de toda la población a este derecho. Con un horizonte al año 2030, identifica y sistematiza las acciones necesarias para alcanzar la meta de la universalización de acceso a un saneamiento adecuado.
Actualmente, el 60 % de la población accede a saneamiento por redes, el resto cuenta con soluciones individuales de diferentes características, pero todos requieren su consideración por parte de las políticas públicas y por eso son objetivo del plan.
El documento fue aprobado por el Poder Ejecutivo a través del decreto n.º 014/2020, de enero de 2020, y tiene como fin coordinar actores y recursos necesarios para lograr el acceso universal al saneamiento a través de una amplitud de soluciones que atiendan las particularidades. Es parte de un proceso de construcción colectiva, liderado por la Dirección Nacional de Aguas (Dinagua), en conjunto con la Secretaria Nacional de Ambiente y Cambio Climático.
Además, fue generado con los aportes de técnicos de las distintas instituciones vinculadas a la temática: operadores de los sistemas de saneamiento por redes, OSE y la Intendencia de Montevideo, representantes del organismo regulador del servicio, la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea), de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), la Dirección Nacional del Medio Ambiente (Dinama) y Mevir, así como delegados de todas las intendencias participaron de instancias de trabajo, para integrar sus visiones, capacidades y desafíos del tema.
El plan propone cumplir con la universalidad a través de tres soluciones: redes colectivas y tratamiento centralizado de las aguas residuales; saneamiento en sitio, transporte con camión barométrico hacia tratamiento y disposición final de las aguas residuales en planta de tratamiento; sistemas de disposición final en sitio (infiltración, reúso o vertido a curso de agua).
El acto de presentación, realizado en la Torre Ejecutiva, fue presidido por la ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Eneida de León, el secretario nacional de Ambiente, Agua y Cambio Climático, Carlos Colacce, y el director nacional de Aguas, Daniel Greif. En la oportunidad, este último expresó su satisfacción por cumplir con la meta trazada y recordó que el saneamiento era un objetivo concreto, ya que Uruguay lo incluye en su Constitución y fue el primer país que lo consideró un derecho fundamental.
Se estima que para poder universalizar el saneamiento adecuado en todo el país la inversión necesaria sería de 1.200 millones de dólares. Greif insistió en su importancia, teniendo en cuenta que el saneamiento es salud, calidad de vida y mejora ambiental.