Llega febrero y en Durazno las “Llamadas” convocan de manera muy particular y con fervor incontenible, para convertir a nuestra ciudad en un testimonio de las ricas tradiciones del afro uruguayo.
Serán los soberanos de la noche, chicos, repiques y pianos, portadores del duende de tradición y alegría, que sembró el recordado “Gallo” Rojas, un auténtico duraznense que supo interpretar el sentimiento del pueblo.
Dice la historia que el primer concurso oficial de Comparsas se realizó el 16 de febrero de 1864, en un escenario levantado en la Plaza Matriz de Montevideo. Lo insólito fue que la convocatoria se fijó para las dos de la tarde, con una temperatura de 34 grados a la sombra, en tiempos donde el aire acondicionado era desconocido y el hielo existía solo en el Polo. El único sistema para movilizar el aire era el abanico que estaba prohibido para los varones.
La convocatoria contó con un marco de público muy importante participando 35 comparsas de las cuales once eran negras. El premio al primer puesto era un ramo de flores naturales y una cinta de seda azul o verde para colgar del estandarte de la comparsa ganadora. Los tiempos han cambiado de manera radical. Hoy los premios en dinero son importantes, como también lo es poner una comparsa en la calle.
En 1956, se oficializaron las “Llamadas”, incluyéndose en el programa oficial de las fiestas de Carnaval de Montevideo, que por muchos años fue el centro de estas actividades. Las “Llamadas” son una fiesta auténticamente popular, que estalla de manera incontenible y convoca a un rito sin duplicado que viene desde el fondo de la historia. En sus orígenes se hacía sin previa concertación, convocando a los barrios montevideanos en los tiempos de la Colonia.
El candombe fue la primera y única fiesta religiosa, que colmó de ruidos el rancherío de la Colonia, siendo también la primera fiesta de carácter patriótico.
Durazno tiene la distinción de ser sede de las Primeras Llamadas del Interior y el próximo 29 tendremos el privilegio de ser escenario de la edición 31º, con la presencia de comparsas de todo el país, en una cita multitudinaria, que colocará a Durazno en un lugar muy particular a
nivel nacional.
Un reconocimiento para aquellos pioneros que en el año 1990, supieron interpretar, con el valioso aporte de la Intendencia Municipal, el mensaje del recordado “Gallo” Rojas, organizando la primera edición de este acontecimiento artístico de neta extracción popular, que nació en el barrio “Bertonasco” . El tambor será una vez más el dueño y señor de la noche y las distintas agrupaciones mostrarán el arduo trabajo de muchos meses de ensayos, copando las calles de nuestra ciudad, con esa especie de fenómeno espiritual que tiene el candombe.
Durazno trascenderá a nivel nacional este sábado 29 por una buena noticia: el despliegue candombero, que a lonja y madera simboliza el rescate de las mejores tradiciones afro uruguayas, recordando la memoria del aquel artesano del tamboril, el inolvidable Pedro “Gallo” Rojas y los históricos “Tamborileros del Sur”, que forjaron su prestigio en el barrio “Bertonasco”.
Nuestra ciudad tendrá su fiesta grande, que es un logro muy importante desde el punto de vista cultural y turístico, ofreciendo un espectáculo pleno de colorido y jerarquía de los grupos participantes, donde cabe destacar la organización de excelente nivel.
Las “Llamadas “como el “Festival Nacional de Folklore”, son una demostración genuina, de la importancia que en este Durazno le otorgamos al rescate de la identidad nacional, que es un capital que vale la pena proteger.