“El volumen exportado a todos los mercados cárnicos es de 190 millones de dólares por 52.253 toneladas entre enero y febrero”, informó el presidente del INAC, Federico Stanham, al actualizar la situación con énfasis en China, que adquirió el 43 % del total con un ingreso de 81 millones de dólares por 17.653 toneladas de carne bovina. “Una parte de lo que no se puede colocar en China se derivó a EE UU, Canadá y Uruguay”, dijo.
“Las medidas de prevención que el Gobierno chino tomó para controlar la diseminación del coronavirus está teniendo un impacto muy significativo en la actividad interna, donde muchos lugares de trabajo no reanudaron sus actividades o lo hicieron parcialmente, lo que afecta a la actividad gastronómica, la producción en plantas y la logística portuaria, y eso incide en el normal funcionamiento de la cadena comercial cárnica interna”, expresó Stanham, en una conferencia realizada este viernes 21 en el edificio del organismo ubicado en la Ciudad Vieja de Montevideo.
“Una parte de lo que no se puede colocar se derivó a Estados Unidos, que aumentó un 41 % en volumen, Canadá, un 22 %, y el mercado local”, informó. Sostuvo que algunas de las causas que llevaron al descenso de las exportaciones a China es el brote de coronavirus, que afectó, sobre todo, la parte financiera, por la paralización de la actividad bancaria, la que parcialmente está comenzando a realizar transferencias al exterior, y la fiebre porcina que afectó la parte sanitaria.
Detalló que al 15 de febrero de 2020, en comparación con la misma fecha de 2019, se facturó un 28 % menos por concepto de exportaciones totales a China y en volumen, un 35 % menos. Contrastado con el último cuatrimestre de 2019, la reducción de lo embarcado es del 60 % en volumen y del 65 % en monto facturado.
Recordó que en enero y diciembre se renegoció mercadería que estaba en destino, en viaje o en Uruguay, lo que implicó ajustes de valores y aplazamiento de pagos. ”El sector logra un nivel de actividad razonable, pero por debajo de lo esperado”, determinó.
“Las quitas llegaron en la renegociación a entre 15 y 20 % del valor, sin tener una evaluación global. Los nuevos negocios sufrieron bajas significativas de valor que oscilan en un 30 %. La magnitud de la pérdida económica no puede ser determinada a la fecha. El impacto mayor actual se da en el diferimiento de los pagos de los embarques en curso o que arribaron a puertos chinos. Entre noviembre y diciembre se negoció por 220 millones de dólares y es lo que se está viendo afectado en los pagos. Es imposible predecir cuándo se retomará la actividad normal de exportación”, asumió.