Desde las 17 horas, miles de mujeres comenzaron a reunirse en la plaza Cagancha y la explanada de la Universidad de la República, desde donde partieron las dos columnas cerca de las 18.30 horas. Las mujeres se embanderaron por una única causa: el fin de la violencia machista que año tras año mata a decenas de mujeres en Uruguay.
Con tambores, color y alegría, las manifestantes marcharon en paz, a pesar del despliegue policial que preparó el Ministerio del Interior con drones, helicópteros, decenas de efectivos policiales apostados en las calles laterales a 18 de Julio, vallas y vehículos. Varias feministas tildaron de "provocador" el operativo dispuesto por el Interior.
Diversos colectivos políticos y sociales, organizaciones feministas y sindicales se congregaron y reclamaron. "Ni oprimida, ni opresora", "Hasta que la igualdad se haga costumbre" y "No existe el feminismo de derecha" fueron algunos de los carteles que se leyeron durante la jornada.
Además, una pancarta colgada desde un edificio mostraba a una bruja cocinando, en una olla, a un militar.
"Iglesia y Estado // Asunto separado", cantaban las manifestantes mientras pasaban por la iglesia del Cordón, edificio custodiado por más de una veintena de efectivos de la Guardia Republicana y unas cuantas vallas.
"Paridad" fue la palabra en la pancarta del Centro Josefa Oribe, del Partido Nacional, bajo la que marcharon la vicepresidenta Beatriz Argimón, la senadora Gloria Rodríguez y otras dirigentes y jóvenes del partido nacionalista.
Argimón participó de la manifestación, tal como hace varios años, y anunció -en dialogo con Subrayado, que este lunes la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, dará noticias sobre la dotación de recursos para las leyes en contra de la violencia de género.
El 8M no fue únicamente en Montevideo. Las mujeres también se congregaron en varias ciudades del interior, como Rocha, Maldonado, Paysandú, Salto, San José y Durazno.
La proclama de la manifestación, leída en la explanada de la UdelaR a coro por las manifestantes, apuntó a profundizar el feminismo como "herramienta" de la transformación y el cambio social.
"Las mujeres, las feministas y las que no lo son, hemos sido parte de todas las conquistas sociales de la historia, porque el feminismo lo ha cuestionado todo con una radicalidad que a veces nos cuesta entender y apropiar en el lapso de nuestra vida", señala la proclama.
La proclama finalizó convocando a un feminismo desde la calle hasta la cama.
Montevideo Portal