Foto: FEMI |
Las dificultades para refrescar las historias clínicas de los pacientes se debe al nivel de saturación que existe en algunos departamentos.
Fuentes vinculadas a la primera línea de atención en salud informaron a los colegas de El País que los médicos del interior tienen problemas para actualizar las historias clínicas de los pacientes debido al nivel de saturación que existe en algunos departamentos.
Según un médico de Salto, el problema ocurre fundamentalmente con el personal de la salud que se encarga del seguimiento telefónico a pacientes con COVID-19. Entre una llamada y la otra los médicos deben registrar en una computadora todo lo que hablaron con cada paciente. El médico explica que “son tantas las llamadas” que deben hacer, que todos “se ven tentados” a simplemente escribir en una hoja de papel y poder seguir llamando a más pacientes porque “quizá haya alguien esperando y su estado sea muy grave”.
El encargado de la regional norte de la Federación de Médicos del Interior (FEMI), Daniel Strozzi, dijo que ya se “advirtió el año pasado” que era necesario “preparar bien el sistema para ese pico de consultas” y que actualmente “la saturación va mucho más allá que los CTI”.
Por su parte, Mario Torales, adjunto al presidente de ASSE, dijo que no puede “ni decir que no ni decir que sí pasa” que los médicos no ingresen los datos de los pacientes a sus historias clínicas digitales como corresponde. Además, sostuvo que a ASSE le consta que hay una “sobrecarga de pacientes activos en todas las RAP (redes de atención de primer nivel)”.
FEMI y la Cátedra de Medicina Familiar elaboraron esta semana un documento con el procedimiento necesario para realizar el seguimiento telefónico a pacientes COVID-19.