El Institut Pasteur de Montevideo inauguró recientemente un nuevo laboratorio que investigará factores que regulan el ingreso de los virus a células humanas, etapa fundamental en el ciclo infectivo.
El objetivo principal del laboratorio es identificar proteínas celulares que modulan la entrada viral, con el fin de caracterizar nuevos blancos terapéuticos para el desarrollo de terapias antivirales de amplio espectro para bloquear/limitar el ingreso de virus de importancia para la salud humana, como ser los arenavirus que causan la fiebre hemorrágica argentina (Junín) y boliviana (Machupo), flavivirus como Zika y Dengue, y el coronavirus SARS-CoV-2.
El responsable del Laboratorio de Interacciones Virus-Célula es Nicolás Sarute que, en diálogo con Montevideo Portal, contó cuáles son las áreas de investigación en las que trabajan y sus desafíos a futuro.
Sarute estuvo seis años en Estados Unidos, donde realizó posdoctorados en la Universidad de Pennsylvania y la Universidad de Illinois. "Antes de irme de Uruguay trabajaba en lo que es evolución viral. Cuando fui a Estados Unidos pasé a trabajar en entrada viral, que comprende el estudio de todos los pasos desde que un virus se une a la célula hasta que su genoma es liberado para la replicación", explicó el investigador, que también es docente de Facultad de Ciencias de la Universidad de la República.
"Allá empecé a trabajar con el virus de la fiebre hemorrágica argentina, el virus de Junín, y analizamos diferentes moléculas que modulan la entrada viral. Me fui especializando en esta área en el correr de los años y mi laboratorio se basa en analizar proteínas que restringen la entrada viral, proteínas que actúan rápidamente cuando las células detectan el ingreso de los virus, desencadenando distintas respuestas para limitar la infección", agregó. En ese sentido, Sarute comentó que ese "es un paso muy importante en el ciclo viral, porque estas proteínas pueden comenzar a actuar en cuestión de minutos para limitar el ingreso".
Durante su posdoctorado no solo trabajó con proteínas que limitan el ingreso viral a las células, sino con proteínas que lo favorecen. Sarute explicó que "hay distintos tipos de moléculas en la superficie celular que contribuyen a la unión y acumulación de partículas virales, lo cual favorece su ingreso en mayor número". "En ese sentido, nosotros identificamos que los canales de calcio dependientes de voltaje, complejos multiproteicos que permiten que ingrese calcio desde el medio extracelular, son utilizados como receptores celulares por el virus Junín y otros virus relacionados. Como estos canales de calcio participan de diversos procesos fisiológicos hay una enormidad de fármacos disponibles que regulan su acción, por ejemplo, hay drogas que se usan para el tratamiento de convulsiones, enfermedades cardíacas, epilepsia, y lo que nosotros hicimos fue "reutilizar" fármacos que fueron desarrollados con otros propósitos para bloquear la infección por Junín en células primarias y modelos animales", agregó.
Sarute aclaró que en el laboratorio trabajarán, al igual que lo hizo en EE. UU., "con la cepa vacunal del virus Junín, que es atenuada y segura para ser manipulada en las condiciones de bioseguridad que tenemos en el instituto". "No es la cepa patogénica que causa fiebre hemorrágica en humanos", señaló.
Laboratorio de Interacciones Virus-Célula
"En el laboratorio trabajamos en distintos proyectos que están relacionados a factores antivirales. No trabajamos en el área de desarrollo de fármacos, pero el objetivo es que nosotros podamos aportar desde la investigación básica herramientas para que el día de mañana se desarrolle una terapia antiviral específica en base a nuestros resultados", añadió.
Actualmente está trabajando con la proteína SIRPA cuya función principal es inhibir la fagocitosis. "La fagocitosis es un proceso dedicado a eliminar microbios, células con muerte celular programada, e incluso células cancerosas de nuestros organismos", dijo Sarute. "Vimos que esta proteína también tiene propiedades antivirales, es decir, es capaz de limitar la infección por distintos virus que afectan la salud humana, como el SARS-CoV-2, el virus que causa COVID, o el virus Zika", agregó.
"Nuestro mayor desafío ahora es determinar desde el punto de vista mecanístico cómo es que la proteína SIRPA está cumpliendo funciones antivirales y si ésta u otra proteína con la que interactúa puede servir como blanco terapéutico", concluyó el investigador.
Fuente: Montevideo Portal