El Ministerio de Turismo y el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) acordaron la elaboración de instructivos e instancias de capacitación a operadores turísticos, a fin de prevenir casos de explotación sexual de niños y adolescentes.
También distribuirán material informativo para los turistas y avanzarán en el diseño de protocolos para mejorar la eficacia y el tiempo de respuesta ante ese tipo de hechos.
La explotación sexual, comercial y no comercial, de niños y adolescentes es un problema en Uruguay, donde en 2020 alcanzó los 410 casos denunciados, en particular, en departamentos de frontera y zonas de concurrencia turística, informó el presidente del INAU, Pablo Abdala, durante la firma del memorando de entendimiento con el Ministerio de Turismo, en el que también participa el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Acompañado por el ministro Tabaré Viera y el representante de Unicef, Michel Guinand, Abdala agradeció a esa cartera por adherir al convenio, lo que entendió como un reconocimiento a la existencia de esta problemática en el sector. Al evento también asistieron el subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio; el vicepresidente del INAU, Aldo Velázquez, y el director ejecutivo de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI), Mariano Berro.
El acuerdo establece instancias de información, divulgación y capacitación de los funcionarios ministeriales y los operadores privados para diagnosticar y prevenir casos de violencia contra niños y adolescentes, detalló Abdala. También implica la distribución de material informativo para los turistas y la posibilidad de avanzar en protocolos que permitan mejorar el tiempo de respuesta y la eficacia en el abordaje de los hechos.
Para ello, el cuerpo de inspectores del INAU recorrerá las zonas turísticas durante la temporada, con el objetivo de detectar posibles casos que comprometan la integridad de los menores.
Viera, en tanto, explicó que los técnicos del ministerio elaborarán instructivos y un plan de acción, además de capacitar a los operadores turísticos y los funcionarios. De esta manera, se apunta a lograr una política nacional de turismo que potencie los mensajes contra la explotación de menores, agregó.
En 2020, Unicef relanzó la campaña “No hay excusas”, con mensajes dirigidos a los explotadores y a la sociedad en general. “La explotación sexual de menores es un delito y la sociedad no puede permanecer ajena a esta situación, debiendo denunciar este tipo de hechos”, remarcó, por su parte, Guinand.