Recordando a Rosina Sosa Galó. Por Saúl Piña

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El teatro tiene una función de socialización de las relaciones humanas, por cuanto ofrece cierto grado de virtualización.  

El origen del teatro se ubica en antiguos ritos que vienen desde el fondo mismo de la historia del ser humano, cuando empezó a ser consiente, de la importancia de la comunicación para las relaciones sociales. 

La figura de Dionisio, identificada por los romanos como Baco está estrechamente vinculada al nacimiento del teatro, que nació como una celebración religiosa en honor al Dios Dionisio, amante de la danza y de la música.

Se destaca el hecho de que el más importante teatro construido por los antiguos griegos, con una capacidad de 17.000 espectadores, estaba situado en la ladera sur de la Acrópolis. Esta monumental obra estaba dedicada a Dionisio, dios del vino y del teatro.

El arte teatral tiene la virtud de recoger y perpetuar concepciones estéticas, sentido moral y gallardía cívica, según las situaciones que el genio y la voluntad ofrecen, para que los actores puedan lucir en el escenario, sus condiciones a nivel interpretativo. 

Durazno tiene una rica historia en materia teatral, tanto por el excelente nivel de autores, cuyas obras han trascendido fronteras, como es el caso de Orlando Aldama; pero también por la calidad de grupos teatrales que siguen siendo referencia a nivel nacional. También la calidad interpretativa auspicia, la perennidad del nombre de actrices y actores, que han identificado con el pensamiento y el espíritu creador de escritores de fina pluma y sabia inspiración.

El 13 de octubre de 1992 falleció Rosina Sosa Galó. Una mujer duraznense que se destacó en el arte teatral y por su noble apostolado para la fundación del “Pequeño Teatro de Durazno”.

Además de ser Maestra, fue una actriz de particulares quilates, gran Directora y además autora de varias obras teatrales. Fue fundadora de la Asociación de Teatros del Interior; pero sobre todo, un ser humano de elevada cultura y de profunda sensibilidad. 

El próximo día 13 recordaremos a Rosina, una mujer que dedicó su vida al arte teatral, contribuyendo al desarrollo de la cultura, dejando un legado de vocación y voluntad en el transcurso de su vida, que quienes tuvimos el privilegio de la, mucho valoramos Sería de total justicia que el Centro Cultural “Teatro Español” luciera una placa en reconocimiento a esta particular mujer.


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