En un acto que se desarrolló este jueves 2 frente al hotel Colón, con la presencia del ministro de Cultura, Pablo da Silveira; el director general de la Comisión de Patrimonio, William Rey, y el intendente interino de Maldonado, Luis Pereira, la rambla de Piriápolis fue declarada Monumento Histórico Nacional. Se trata de una obra costera ideada por Francisco Piria, construida a principios del siglo XX e inaugurada en 1916.
El ministro explicó los alcances de la declaración de espacios, edificios u otros bienes nacionales como monumentos históricos. Indicó que es, sobre todo, reconocer su valor estético, arquitectónico o urbano. Afirmó que también consiste en un homenaje a quienes hicieron posible aquello que dota de valor la vida personal y colectiva de quienes habitan en su entorno.
Asimismo, señaló que no se trata solo de honrar a Francisco Piria y a quienes pusieron en marcha lo que hoy es el balneario, sino a la comunidad local. Indicó que el hecho de que la rambla se haya mantenido en buen estado, aun después de un siglo, se debe a esa población y a las autoridades que han decidido sobre ese espacio y enfatizó que el homenaje es también hacia todos ellos.
Da Silveira señaló la importancia de la descentralización y afirmó que, si bien existen muchas distinciones de este tipo en Uruguay, pocas corresponden al interior de país. Agregó que el Gobierno trabaja para corregir esa política, mencionó que esta es la tercera vez consecutiva en el año que la declaración es para una construcción fuera de la capital y enumeró las previas en 2021: la estación ferroviaria de Mal Abrigo en San José y el yacimiento paleontológico de Sauce en Canelones.
Por su parte, Rey agradeció a los lugareños y a las organizaciones que trabajaron durante mucho tiempo para conservar y valorizar los bienes patrimoniales del departamento de Maldonado. Celebró la capacidad de trabajo y la de “pensar la ciudad, la arquitectura, su historia, sus bienes inmateriales, y hacerlo con proposición”.
Explicó que si bien en Piriápolis hay monumentos históricos declarados patrimoniales, faltaba “la más importante de todas: la rambla” y expresó que se trata de un espacio democrático, de intercambio y el que mejor conecta a la ciudad con el mar. Recordó a Francisco Piria y su “pensamiento de cambio” e hizo referencia a su fuerte presencia, tanto en la capital de país como en el departamento de Maldonado.
Añadió que, tiempo atrás, balnearios como Piriápolis no formaban parte “del menú de conservación y de valoración del patrimonio histórico” y agregó que eso ha cambiado en el ámbito internacional. Señaló que en estas franjas costeras hay una nueva mirada acerca del desarrollo del turismo, el aporte sanitario por la cercanía al mar y el valor del ocio.
La rambla de Piriápolis se terminó de construir en el año 1915 y fue inaugurada, junto al puerto, al año siguiente. Posee muros de contención de material pétreo extraído de las canteras ubicadas al pie del cerro Pan de Azúcar y sus alrededores. En el frente edificado se destacan, por su calidad arquitectónica, varias obras representativas del estilo art decó en Uruguay. En 1910 comenzó la construcción de la ciudad y se constituyó en la primera balnearia de Uruguay.
