Con 155 metros de altura, 1350 toneladas de capacidad y un alcance de 60 metros de radio de operación, la denominada LR11350 no sólo marca un hito en la industria de la construcción nacional por ser la de mayor porte jamás instalada, sino que es actualmente la única grúa de estas características operativa en territorio sudamericano y, al mismo tiempo, una de las más grandes del mundo en términos de dimensiones y capacidad.
El nuevo integrante de la obra tendrá la misión de realizar la instalación de más de 200 componentes de la estructura de soporte como del cuerpo de presión pertenecientes al conjunto de partes mecánicas que conforman el edificio de la caldera, incluido una de las piezas más icónicas del proyecto como el domo de vapor con un peso de 267 toneladas que se izará por encima de los 80 metros de altura y a una distancia de 52 metros de radio.
“La llegada de una grúa de estas dimensiones al proyecto fue complejo a nivel logístico, tanto en la operativa de traslado como en la fase de montaje, pero nos desafió a desarrollar conocimientos y capacidades de todo equipo humano que estuvo detrás de la operación”, cuenta María sobre la grúa que requirió 70 viajes para su traslado a la planta, 28 de ellos de gran porte. Su transporte e instalación llevó dos semanas de trabajo de campo, más meses de planificación y coordinación de logística e ingeniería entre empresas.
Un equipo al frente de un desafío único en la región
Desde noviembre de 2020, comenzaron a llegar desde diferentes partes del mundo los equipos asignados para la fase de montaje de la nueva planta de celulosa. Actualmente, el equipo de Servicio de Grúas, que cuenta con 112 integrantes, tiene a su disposición más de 120 equipos y trabajan directa o indirectamente con 80 empresas locales.
En cooperación con el proveedor de servicios y los usuarios, UPM desarrolló un modelo de servicio que se basó y se adaptó a las necesidades de las empresas, además de lograr un equilibrio en términos de competencia en el mercado. Sin embargo, el área está en evolución y mejora continua a medida que las circunstancias se desarrollan y cambian continuamente en el sitio.
“Como Coordinadora del grupo de grúas y equipos, estoy a cargo de la planificación y coordinación de los equipos, así como la seguridad, supervisión y seguimiento del desempeño del servicio de grúas en general. En experiencias anteriores, he trabajado en el sector de energías renovables en diferentes proyectos de instalación alrededor del mundo, pero poder aplicar la experiencia adquirida en mi propio país y que éste sea el proyecto más grande a lo largo de mi carrera es maravilloso, ver que Uruguay también nos ofrece grandes oportunidades de desarrollo profesional y personal”, afirma María.
El equipo detrás de toda esta operativa se vio fortalecido con la cooperación diaria que existe entre empresas locales y extranjeras, por la incorporación de tecnologías y conocimientos que son difíciles de encontrar en proyectos en el mercado uruguayo.
Para María, cada jornada en UPM no es una más, sino que “día a día en este proyecto afrontamos desafíos logísticos y los superamos en equipo, generando aprendizajes y experiencias, con el valor agregado que nos brinda estar en contacto con una gran diversidad de empresas con quienes constantemente estamos planificando y coordinando”, concluye María.