Sin lugar a dudas no es cosa buena jerarquizar en distintos niveles el trabajo que cumplen los uruguayos, ya que todas las ocupaciones resultan fundamentales para el normal desarrollo del país.
De todos modos, es una tradicional afirmación que subraya y acentúa la labor que cumplen los trabajadores en el agro, porque además de ser fuente de alimentos como la carne, leche, granos, frutas y verduras, el escenario rural genera ocupación, cultivo de la orientalidad genuina, crisol de familia y reducto de nuestra identidad.
Dentro de los diversos rubros que comprende la actividad del agro ,tiene particular valor, el silencioso trabajo que se cumple en el mejoramiento zootécnico, la trasformación de las razas tradicionales, la importación de reproductores, la aclimatación de otras variedades, todo lo cual ha permitido que cabañeros uruguayos tengan el mismo prestigio con sus pares de países extranjeros, logrando lauros muy importantes a nivel mundial, con la obtención de calificados premios en las más diversas categorías.
La cabaña de Durazno tiene en su haber logros muy importantes. “Kamikaze” reproductor de cabaña “Las Anitas” fue el Gran Campeón Mundial Polled Hereford. En el año 1916 tres animales criados en Durazno fueron elegidos como los mejores de América del Sur.
Un ejemplar de la raza Brangus y un toro de raza Hereford de la cabaña “El Coraje” de la familia Bove Itzaina, y un ejemplar de raza Hereford de la familia Corta barría.
También Julio García Risso, un productor de “Molles de Quinteros,” logró producir en su establecimiento la lana más fina de la historia del Uruguay. Estos resultados ponen en evidencia el esfuerzo, la responsabilidad y la voluntad de los trabajadores del campo.
UNA VALIOSA HISTORIA
La pasada semana, el local de La Sociedad Rural de Durazno fue escenario de la 108º edición de la Expo-Durazno, una muestra considerada la “Antesala del Prado”, por la cantidad y la calidad de los animales que la cabaña del país presenta.
El 10 de marzo de 1910, un grupo de productores rurales con gran visión de futuro, se reunieron en el salón de actos de la Intendencia Municipal, por invitación del entonces Jefe Político, Dr. Ricardo Sierra, para constituir una Sociedad de Exposición Feria Ganadera en Durazno. Integraron un capital y adquieran el predio en Santa Bernardina, naciendo así la Sociedad Rural de Durazno.
Se inició una rica historia del trabajo agropecuario y la institución tiene un elevado prestigio, por ser el segundo encuentro genético del Uruguay, por la logística y la organización. Se suman los diversos programas de aporte a los productores, no solo en el aspecto técnico, sino de asistencia social, fortaleciendo la familia rural.
Es de justicia valorar el trabajo del campo, donde existe la unidad de hombre y elemento natural .La mayoría de los productores tienen una condición que los acredita.
La fe en el trabajo y el esfuerzo constante, que significa el diario desafío del clima y la inestabilidad de los mercados. El aporte del campo es depositario de los bienes que engendra el trabajo al desarrollo del país, por lo tanto debe ser valorado, más allá de otras filosofías que pretenden descalificarlo.