Responde al nombre de Michi o Perrica, tiene unos dos añitos. Generalmente sale de su casa, da una vueltita y regresa.
Pero el domingo 4 de setiembre de mañana, le dieron de comer, abrieron el portón y no volvió. Sus dueños viven en zona Santa Bernardina.Tal como le ocurre a las personas que aman a los animales, los dueños están sumidos en una profunda tristeza, por eso apelan a la difusión como forma de dar con Michi.