El curul de Ciudadanos, Julio Marcenal, que desde el viernes 25 de noviembre preside la Junta Departamental, se refirió a una carta firmada por comerciantes ubicados en el Microcentro de Durazno. La primera solicitud tendría aplicación en las próximas semanas -si prospera- y la segunda (más de fondo) busca actualizar la Ordenanza del Microcentro. Los dos temas están desarrollados en la siguiente transcripción.
"Hemos recibido la inquietud de diversos comerciantes de la zona de Microcentro de nuestra ciudad preocupados por la saturación en el tránsito, sobre todo en calle de 18 de Julio y las complicaciones que a nivel comercial se generan.En virtud de que se avecinan las tradicionales fiestas de Navidad, de Fin de Año y Reyes, estos comerciantes entienden que sería un buen impulso para el comercio de esa zona la realización del cierre de calle 18 de Julio, entre Lavalleja y Oribe y de Oribe entre Batlle y Ordóñez hasta 18 de Julio.
La idea es habilitar la vía blanca de esas arterias de tránsito los días 23, 24, 30 y 31 de diciembre, y 4 y 5 de enero, próximos, desde las 09.00 de la mañana a las 22.00.
Cabe destacar que casi todos los comercios, en esas fechas, siempre han realizado mejoras en sus locales y en las veredas con decoraciones alusivas a las fiestas. Solicito que estas palabras se eleven al Señor Intendente Departamental.
En segundo lugar, señor presidente y referente a la misma zona del Microcentro, creemos que es necesaria una reforma del artículo 129 de la Ordenanza 961. El artículo 129 restringe el uso de las veredas de la calle 18 de Julio, desde 19 de Abril hasta Eusebio Píriz, solo comercios con mercadería perecedera y tan solo 80 centímetros de la pared.
Y actualmente, obviamente, no hay ningún comercio que exhiba mercadería perecedera. Ahí vamos a solicitar, presidente, a la Comisión de Legislación del Cuerpo, que elabore una reforma de este artículo para que permita en la zona de Microcentro, en los tramos donde está la vereda ensanchada, que los comercios de ambos lados de la calle pueden exhibir en esa vereda ancha su mercadería, en un espacio suficientemente amplio, sin tener que abonar ningún precio.
Pero, obviamente, a cambio de algo: pretendemos que los comercios que decidan exhibir sus mercaderías les den un espacio igual a los emprendedores que estén debidamente inscriptos y que no giren en el mismo ramo que el comercio anfitrión, para que ellos también puedan seguir y vender sus productos.