La LXI Cumbre de Presidentes de los Estados Partes del Mercosur y Estados Asociados se desarrolló, este martes 6, en Montevideo. La sesión fue encabezada por el mandatario de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien manifestó que es optimista sobre el futuro del bloque y que este se debe modernizar para competir en igualdad de condiciones en el ámbito internacional. Además, indicó que nuestro país está lejos de una visión rupturista.
Participaron también en la instancia los mandatarios de Argentina, Alberto Fernández; y Paraguay, Mario Abdo Benítez, y el vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão.Lacalle Pou pronunció las palabras de bienvenida y expresó su agradecimiento a todos los jerarcas por asistir al encuentro. Luego, la subsecretaria de la Cancillería, Carolina Ache, informó acerca de los avances realizados durante la presidencia pro tempore de Uruguay, ejercida en el último semestre.
En su discurso, Lacalle Pou sostuvo que en el encuentro se debe buscar acuerdos por sobre todas las cuestiones, pero que en cualquier circunstancia hay que pensar el bloque con miras al futuro, ya que el mundo es otro respecto a cuando se fundó, hace 31 años. “El mundo no nos espera, avanza”, afirmó.
Además, señaló que se llega a esta cumbre con tensiones, pero que la vida se trata de resolver estas situaciones y buscar un justo equilibrio. En ese sentido, consideró que cada miembro del bloque debe bregar por el interés nacional, en primer lugar, y por el bienestar de sus socios, en segundo plano.
Para esto, aseveró, cada país debe decir de manera clara y sincera qué es lo que espera del bloque. En el caso de Uruguay, reiteró lo que manifestó en la pasada cumbre, en Asunción, Paraguay, que la política exterior se abre al mundo.
También manifestó que el poder negociador de los países, de avanzar juntos, es mejor, y es lo que Uruguay pretende; no obstante, si eso no sucede, el país no esperará. “El que se queda quieto se atrasa”, indicó.
Luego, afirmó la voluntad de concretar acuerdos con otros bloques, como la Unión Europea, y repasó la postura crítica de ese organismo, que plantea objeciones a la finalización de las negociaciones. “No podemos estar 25 años para firmar un acuerdo, no es serio”, valoró.
Con respecto a esto, recordó que cuando comunicó a los socios del Mercosur que se iniciarían las negociaciones de un tratado de libre comercio con China fue con la misma postura que hoy, de informar, pero de invitar a los socios a sumarse, y que algo similar sucede con las conversaciones con Turquía y el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica.
“Acá no se trata de ruptura, hay que sacarlo del imaginario colectivo nuestro, acá se trata de resolver tensiones”, resaltó Lacalle Pou.
Luego calificó la zona de libre comercio como “imperfecta” y añadió que, por consiguiente, no puede disponer de una unión aduanera clásica y necesita modernización y sinceramiento.
“En los últimos dos meses existieron dos bajas del arancel externo común, y no fueron por consenso, porque a determinados países del bloque les servía, y está bien, no podemos ser obstáculo para que los países progresen”, sostuvo.
El mandatario también se refirió a las balanzas comerciales con los países socios y consideró que deben mejorarse, al igual que la libre circulación de los individuos.
“La reunión de hoy es en los términos que deben ser, entre países que han decidido hace mucho tiempo asociarse y que mantienen esa vocación”, expresó.
También sostuvo que Uruguay mantiene un optimismo racional sobre el encuentro, ya que los gobernantes deben contar con insumos reales para serlo.
En su argumentación, manifestó que el Mercosur continúa siendo una de las zonas más proteccionistas del mundo y que, en el concierto internacional, aquellos países más cerrados hoy se abren al mundo, mientras que los que eran más favorables al libre mercado hoy hacen lo opuesto.
Opinó que el bloque es una región que ya no solo alimenta al mundo, hoy exporta inteligencia y conocimiento, y que deben ingresar sin pagar aranceles, como en las grandes potencias. “Eso nadie lo puede negar”, aseveró.
Por ello es que espera que los socios del bloque busquen competir en igualdad de condiciones, en el comercio internacional.
En el cierre de la ceremonia, se ejecutó el traspaso formal de la presidencia pro tempore del Mercosur, de Uruguay a Argentina, a través de la tradicional entrega del martillo, que simboliza la jerarquía del bloque.
Por los estados asociados del bloque, participaron el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Rogelio Mayta; el jefe de la División Integración Regional del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, Mauricio Hurtado; el director de Organismos de Concertación e Integración Regionales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, Javier Higuera, y el viceministro de Relaciones Exteriores de la Ecuador, Luis Vayas.
La delegación de Uruguay estuvo integrada por los ministros de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche; Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos; Industria, Energía y Minería, Omar Paganini; Defensa Nacional, Javier García; Interior, Luis Alberto Heber; Educación y Cultura, Pablo da Silveira; Salud Pública, Daniel Salinas; Turismo, Tabaré Viera, y Ambiente, Adrián Peña.
Por el Ministerio de Relaciones Exteriores, asistieron el director general, Diego Escuder; el coordinador general de Uruguay ante el Grupo Mercado Común, Enrique Delgado; el jefe de gabinete, Fernando López Fabregat; el director de Asuntos Políticos, Ricardo González Arena; la directora general adjunta de Integración y Mercosur, Alejandra de Bellis; y el embajador de Uruguay en Argentina, Carlos Enciso.
Además, concurrieron, por el Ministerio de Economía y Finanzas, la directora de Política Económica, Marcela Bensión, y el director de la Asesoría Política Comercial, Juan Labraga. IR A PORTADA