La Dirección General de Educación Técnico Profesional (DGETP-UTU), de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), entregó, por primera vez, certificados de acreditación de saberes a 34 jóvenes con discapacidad intelectual, que asisten a escuelas de educación especial. Las especializaciones fueron gastronomía, carpintería, belleza, electrotecnia, vestimenta, panadería, albañilería, huerta y herrería.
Al acto, realizado en el edificio central de la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU) este martes 13, asistieron la subsecretaria de Educación y Cultura, Ana Ribeiro; el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP, Robert Silva; la titular de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP), Graciela Fabeyro; el director general de la UTU, Juan Pereyra; la consejera de la ANEP Daysi Iglesias; docentes, alumnos y familiares.Además, y de forma virtual, participó la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, quien saludó y felicitó a los 34 estudiantes de los Talleres Ocupacionales de la DGEIP que recibieron su certificación.
Los participantes, oriundos de Salto, Maldonado, Cerro Largo, Lavalleja, San José y Montevideo, acreditaron su conocimiento en las áreas de gastronomía, carpintería, belleza, electrotecnia, vestimenta, panadería, albañilería, huerta y herrería.
Este proceso posibilitó el reconocimiento, la sistematización y la certificación de las competencias adquiridas en función de la experiencia de vida o laboral de cada uno y contribuye al crecimiento personal y a la calificación profesional. Asimismo, permite una mayor inclusión social de las personas con discapacidad y mejores oportunidades de acceder al ámbito laboral.
Silva indicó, en la ceremonia protocolar, que la educación pública, cuyo trayecto es largo, genera diversas oportunidades y representa las políticas sociales.
“Los talleres ocupacionales tienen una historia, porque Educación Inicial y Primeria es abanderada en atender las situaciones de discapacidad y en hacer efectivo el derecho de la educación a quienes están en situaciones diferentes, que necesitan educación diferente”, argumentó el jerarca.
Además, sostuvo que esta actividad permite a jóvenes que obtendrán la primera certificación concretar sus sueños y consideró que en el futuro habrá otras generaciones que lograrán acreditarse.
Pereyra, en tanto, recordó el momento en que comenzó el proceso de certificación de competencias, que fue autorizado por unanimidad en el Codicen. “Hoy es el fruto de eso, con la alegría inmensa de que el certificado permite a estos chicos abrir las puertas del sector laboral, tener una mejor vida y sus propios ingresos”, añadió.
Explicó que este tipo de reconocimientos los desarrolla la UTU, por disponer de la capacidad técnica para evaluar el conocimiento en diferentes áreas, y que se contó con el apoyo de las inspecciones de Primaria para ejecutar la tarea. IR A PORTADA