Esta semana, Carina, una vecina de Durazno, posteó en su cuenta de Facebook una historia que vale la pena compartir con los lectores del Portal de Noticias.
Ella acostumbra colocar tarros con agua en su vereda para que animales callejeros, perros o gatos, puedan refrescarse los días de calor intenso. Incluso en invierno cocina de más por si algún peludito pasa buscando comida.El lunes como de costumbre -dado el calor sofocante- estaba cargando agua en los recipientes cuando, a su espalda, sintió una extraña presencia... Eran nueve caballos, unos potrancos y otros adultos; éstos esperaban con ansias que terminara de llenar los tarros para poder beber el vital elemento.
Lo que le pasó a esta vecina solidaria, que vive en barrio Vista Linda, permitió dimensionar aún más lo que -por estas horas- padecen muchos animales que deambulan por la zona con hambre o sed.
Contó que estuvo una hora parada con la manguera dándoles agua a los sedientos equinos mientras los transeúntes que pasaban por la calle la miraban. "Sacudían la cabeza y estoy segura que decían que estoy reloca; y sí, estoy reloca pero tengo un corazón inmenso y sobre todo empatía que de seguro ellos no lo tienen", expresó en su publicación.
Felizmente, varias horas después de publicada la situación, decenas de duraznenses felicitaron a Carina por el accionar. Es más, pidieron que "haya más locas como ella". IR A PORTADA