El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) presentó los datos de un diagnóstico sobre analfabetismo en la población adulta privada de libertad. El relevamiento fue realizado en 2022, en las unidades penitenciarias de Santiago Vázquez y Salto. Se aplicó una prueba a 413 personas; más de la mitad no alcanzó el nivel mínimo. El estudio sugiere una serie de medidas para implementar a fin de mejorar el índice de alfabetismo.
Asistieron al evento el director nacional de Educación, Gonzalo Baroni; la subdirectora técnica del Instituto Nacional de Rehabilitación, Lourdes Salinas, y el comisionado parlamentario para el Sistema Penitenciario, Juan Miguel Petit.Baroni explicó que el estudio se enmarca en el Plan Nacional de Educación en Cárceles. Con este proyecto se busca detectar de forma temprana el analfabetismo y desarrollar una propuesta para contribuir al proceso de alfabetización.
El relevamiento constó de dos componentes. Primero, se indagó, mediante un cuestionario, datos sociodemográficos y de autopercepción acerca del nivel de desempeño en distintas competencias. Luego, se desarrolló una prueba de conocimientos, que comprendió escritura, comprensión lectora, cálculos matemáticos y geometría. El 53% de los evaluados no alcanzó los índices mínimos, es decir, son considerados analfabetos.
Del estudio se desprende que el 94% desea retomar su trayectoria educativa, explicó Baroni. Entre los motivos mencionados al justificar la respuesta, se destacan querer aprender (28%), superarse personalmente (22%) y poder trabajar (22%).
A partir del diagnóstico, la Dirección Nacional de Educación planteó un conjunto de sugerencias, como incrementar los recursos destinados a la formación de las personas privadas de libertad, elaborar planes contextualizados, instruir a quienes trabajan en las unidades de detención y crear un sistema de información para dar seguimiento a la trayectoria educativa de esta población.
Salinas, en tanto, señaló la importancia de estos insumos para tomar decisiones e impulsar la reforma del sistema penitenciario. “Ahora, justamente, tenemos datos estadísticos, empíricos y científicos que nos permiten tomar medidas, que nos permiten fortalecer y diseñar programas, siempre en conjunto con las instituciones”, expresó.
El proyecto fue financiado por la Comisión Nacional Coreana para la Unesco y es la primera vez que se realiza en Uruguay.
Nivel educativo de la población carcelaria
El relevamiento mostró que el 75% de los encuestados no es abarcado por ningún programa de enseñanza, solo un 16% participa en propuestas de educación formal y un 8,4%, en las de educación no formal.
El estudio también permite elaborar un perfil de esta población. Estas personas son parte del sector más vulnerable, ya que el 81% participó en algún programa o recibió alguna prestación social, y no lograron insertarse en el mercado laboral formal. En este sentido, el 49% manifestó no haber trabajado previamente.
En cuanto a las pruebas, el 53,5% no alcanzó el nivel mínimo. El peor desempeño se registró en la producción de textos escritos (55,2%), seguido por geometría (52,3%) y comprensión lectora (40,2%). Los analfabetos suelen ser personas jóvenes, más de la mitad de menos de 32 años y el 44%, de entre 18 y 27. IR A PORTADA