El 15 del corriente mes se celebra el Día del Periodista, habiéndose elegido la fecha por iniciativa del Círculo de la Prensa en el año 1974, en mérito a que coincide con el aniversario del nacimiento de José Enrique Rodó, nacido en el año 1871.
Además de escritor de profundo espiritualismo, fue un periodista de fina pluma y valores exaltados que tienen esencia de universalidad. La profesión del periodismo implica diariamente desafíos e infortunios en el desempeño de la noble función.Rodó fue un auténtico Maestro, que llamaba a que el periodismo apreciara el estimular las facultades del alma, ya que esta profesión es precisamente una particular experiencia que se relaciona con la fugacidad de los temas y el discurso presuroso de los acontecimientos.
Quienes transitamos por la apasionante senda de la comunicación, debemos tener como fuente de inspiración a Rodó, quien no era partidario del éxito fugaz y momentáneo, del acomodo personal, ni del fomento de las divisiones sociales ni el odio, sino del triunfo futuro, de la comprensión exacta de todos los desniveles humanos y de todas las amarguras silenciadas; la de la tolerancia que explica, la benevolencia que disimula y la equidad que repara.
Como periodista fue un ejemplo de vocación, siendo el primer presidente del Círculo de la Prensa, dejando con claridad en sus funciones, que si todas las profesiones requieren para su autenticidad de ejercicio la vocación, pocas como el periodismo la tienen como medular condicionante.
Rodó marcó una funcionalidad profesional en la faz técnica, ética, humanística, que nos ubicó moralmente en el ejercicio de esta apasionante labor.
La tarea del periodista en las sociedades democráticas, debe apuntar hacia el bien común, al uso criterioso, responsable, informativo, pero también formativo, de esa masa de poder de grado variable pero siempre ingente, que cada profesional de la información tiene en sus manos como herramienta de trabajo.
Quienes ejercen la tarea de la comunicación, deben hacerlo con humildad y total respeto, asumiendo que todos los días se aprende. Cada jornada es una aventura distinta y plantea desafíos, interrogantes, investigación, alegrías pero también sinsabores.
El gran secreto es tratar de informar a la población de los temas difíciles con palabras fáciles. Destacar la participación en nuestro medio, de muchos jóvenes con marcada vocación, en el escenario de la comunicación.
En estos tiempos de dificultades sociales, el periodismo tiene una gran responsabilidad en el manejo de la información veraz, tratando de que sea un conjunto armonioso de dignos y puros ideales y de los más altos en la escala de los valores morales, que serán los que permitirán avanzar por los caminos que nos conducirán a la mejor cultura de la sociedad. IR A PORTADA