Podcast / Martes 15


Tiempos de reflexión. Escribe Saúl Piña

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Estamos enfrentando un escenario de creciente intolerancia y violencia y lo más grave es que muchas veces pareciera que no somos conscientes y por acostumbramiento, incurrimos en conductas que contribuyen y hasta sin darnos cuenta, tenemos acciones que profundizan el flagelo.

Si bien es verdad que la hipotética solución para el mejoramiento social pasa por la implementación de políticas públicas, resultas fundamental la responsabilidad de que cada ciudadano asuma una actitud que contribuya cuando menos, a paliar la injusta y crítica situación que nos aqueja. Se vienen registrando hechos lamentables con la presencia de menores portando armas de fuego y azotando paz ciudadana.

Es tiempo de rescatar las cosas que se hicieron en el pasado ,pero también valorar la gran cantidad de iniciativas que hoy se verifican en nuestro medio, producto de grupos humanos e instituciones, que muchas veces de manera silenciosa ,trabajan aportando trabajo y responsabilidad en muchas obras de interés social, pero que lamentablemente no tienen vidriera periodística.

Más allá de episodios puntuales, Durazno ha sido tradicionalmente un pueblo de trabajo, de cultura, de valores y de costumbres civilizadas. Son muchos los vecinos de elevada visión y sentido fraterno, que lograron grandes cosas en beneficio de la sociedad toda y, que con el implacable tamiz de los tiempos, se transformaron en auténticos mojones en las más diversas disciplinas, con reconocimientos, incluso, fuera de fronteras. 

La historia muestra que las crisis económicas y sociales, fueron superadas con sacrificio, en hermandad y mirando el futuro con esperanza, buscando incrustar en él, las experiencias del pasado, talladas en los valores fundamentales, que más que simbologías clásicas, son definitorios de la nacionalidad que nos legó Artigas.

UN ANIVERSARIO OLVIDADO

El pasado 13 de junio, se cumplieron 117 años en que el Presidente Batlle y Ordóñez puso la firma en el Decreto que elevaba a la categoría de Ciudad, la entonces Villa del Durazno.  

Este aniversario olvidado debe ser oportunidad para analizar todos los logros concretados, pero también para reflexionar sobre el actual compromiso que tenemos con el futuro, como por ejemplo fomentar conceptos más profundos y verdaderos de tolerancia, recuperar la calidez de la convivencia, valorar la familia y encarar el trabajo sin paralizaciones, con amor y obligación ya que es la fórmula mágica para el desarrollo de toda sociedad.

Debemos superar el espíritu negativo que impera en algunos sectores, como forma de encarar etapas de elaboración de esfuerzos fecundos, que tiendan hacia la búsqueda de lo todavía no pensado.    IR A PORTADA 

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