La atmósfera de devoción y espiritualidad que envuelve a la Parroquia San Pedro de Durazno, experimentó una transformación con la reciente instalación de grandes puertas de vidrio; un nuevo elemento que guarda no solo su belleza arquitectónica, sino también un mensaje de protección y súplica.
Las puertas, majestuosas y diáfanas, se erigen con orgullo, llevando consigo la inscripción "San Pedro ruega por nosotros". Un tributo de fe y esperanza, invocando la intercesión divina del santo para todos aquellos que cruzan este umbral sagrado.Fredy Huertas, colaborador de la dimensión litúrgica en la mencionada Iglesia, compartió su perspectiva sobre este significativo cambio. Reveló que la instalación de estas puertas de vidrio, ahora una realidad tangible, fue concebida como un objetivo a ser cumplido durante el mandato del P. Roberto Figueroa, que encomendó su cuidado espiritual a la parroquia.
Al indagar sobre los objetivos concretos detrás de esta innovación, Huertas compartió con elocuencia: "Estas puertas poseen dos propósitos esenciales".
En primer lugar, la intención de aislar los ruidos provenientes del exterior: el bullicio de automóviles, motocicletas y otras distracciones que, en las celebraciones pueden mermar la concentración.
En segundo lugar, estas puertas sirven como una barrera protectora contra la incursión de aves y palomas, "un fenómeno común que, a pesar de su apariencia serena, puede tener efectos perjudiciales".
El momento culminante de esta mejora se vivió con solemnidad a la hora 19.00 el pasado sábado 5 de agosto, cuando las puertas de vidrio fueron oficialmente inauguradas y bendecidas por el Obispo Diocesano. En la tenue luz de la tarde, la congregación asistió a esta conmemoración, fusionando sus voces en oración y gratitud mientras el aura divina envolvía cada faceta del templo renovado.
