En el marco de Cocinarte, feria y concurso de gastronomía realizado en Paysandú, el viernes 18 de agosto el chef Tabaré Fernández y la Lic. Valentina Bartaburu, de la Utec, realizaron una charla magistral y cocina en vivo con los hongos de Eucalyptus que crecen naturalmente en los bosques forestales.
Además, los emprendimientos de la Ruta del Hongo expusieron y vendieron hongos encurtidos, al escabeche, a la provenzal y en conserva, propuestas muy bien recibidas por el público presente. “En Montes del Plata promovemos el uso compartido de la tierra: 250 productores ganaderos tienen más de 55.000 cabezas de ganado en nuestros predios, 50 apicultores aprovechan los campos para producir miel y 200 vecinos recolectan hongos”, comentó Marina Flores, jefe de Sustentabilidad y Comunicaciones de Montes del Plata.“Desde 2017 empezamos a trabajar para que las personas que recolectan hongos puedan agregarle valor al producto, salir de la zafralidad de esta actividad ya que, hasta ese momento, el hongo se vendía crudo mayormente a Montevideo donde se le agregaba valor y volvía a los comercios de la zona para ser vendidos. La Ruta del Hongo es un proyecto que llevamos adelante junto a UTU y UTEC, para formalizar la recolección de hongos comestibles a través del agregado de valor de esta actividad económica que desarrollan vecinos de las comunidades forestales”.
Actualmente, unas 200 familias de las localidades de Piedras Coloradas y Orgoroso en Paysandú y de Algorta, de Río Negro, recolectan y venden a acopiadores unos 250.000 kgs de hongos comestibles por año. La mayoría de estos núcleos familiares está conformada por mujeres jefas de hogar.
El proyecto, además de la capacitación en conservación, recolección y emprendedurismo, llevado adelante por UTU, está desarrollando cuatro líneas de investigación por parte de la Universidad Tecnológica para conocer más sobre el contenido nutricional de este hongo, sus propiedades para el etiquetado y para explorar diferentes formas de conservación como el secado y el liofilizado, así como explorar otros usos como en la cosmética y la farmacéutica.
“El potencial que tiene este programa es enorme, donde hay Eucalyptus hay hongos, por eso nos parece fundamental trabajar en alternativas para la conservación, el agregado de valor y explorar otros usos, lo que redundará en mayores ingresos para las familias que se dedican a la recolección. Estamos trabajando junto al Observatorio Gastronómico de la Intendencia de Paysandú, la UTEC y la Agencia de Desarrollo para posicionar este producto y darle visibilidad, que se venda en comercios locales y que se ofrezca como parte de la gastronomía local de forma innovadora”, finalizó Flores. IR A PORTADA