Dos barrios de la ciudad de Durazno se vieron nuevamente alterados en las últimas 24 horas, con dos hechos de sangre que dejaron a los vecinos en vilo. Dos hombres, en momentos y ubicaciones diferentes, fueron víctimas de disparos de arma de fuego.
La primera persona, un hombre de 33 años, con una historia teñida por ocho antecedentes judiciales, fue hallada en intersección de calles Atahualpa Rodríguez y Julio Bastos, en inmediaciones del barrio Varona.Su cuerpo mostraba heridas en sus miembros inferiores. El médico actuante, al constatar las lesiones, emitió un informe que parece resumir en sí mismo lo sucedido: "herida de arma de fuego inferior a nivel de cuello de pie derecho y rodilla izquierda". Permanece internado.
El siguiente episodio de violencia, esta vez en las primeras horas de la madrugada del martes 29 de agosto, dejó un rastro aún más lúgubre. Un llamado desesperado al 911 comunicó otro acto brutal con arma de fuego.
Un joven de 27 años, cuyo pasado no está exento de turbulencias con cuatro antecedentes judiciales a cuestas, fue baleado en el antebrazo izquierdo, que según la Policía, le fue amputado. El centro asistencial al que fue llevado lo dejó hospitalizado.
