Eran las 12.15 del miércoles 6 de setiembre, cuando los efectivos de la Brigada de Tránsito de la Jefatura de Policía de Durazno cumplían su rutina de patrullaje. Las calles 18 de Julio y Juan Antonio Lavalleja eran escenario de su pasaje cuando algo llamó su atención.
Un vehículo con matrícula DCO-5570, un Hyundai Accent de color gris, se encontraba estacionado en esa zona urbana próxima a la placita del Maestro Rural. Cuando consultaron la base de datos, el sistema permaneció sin respuesta, sin revelar ninguna información sobre el rodado.La curiosidad picó a los agentes, y decidieron ir más allá. Una minuciosa inspección fue la clave para desentrañar el enigma. Se enfocaron en el número de motor y, la verdad salió a la luz. Resultó que este auto había sido denunciado como robado desde el 16 de mayo de este mismo año, en la jurisdicción de la Comisaría 30ma. de Canelones (Uruguay).
Además, según la fuente oficial, mientras investigaban, descubrieron una alteración en la chapa matrícula, como si alguien hubiera intentado ocultar la identidad del vehículo.
Ante la duda, tanto el conductor como el automóvil fueron trasladados a la Dirección de Investigaciones de la ciudad de Durazno. La Fiscalía de 1er. turno fue rápidamente informada y tomó cartas en el asunto. Se instó a la persona a presentar toda la documentación que poseía mientras se levantaba un informe por receptación.