En la ciudad de Durazno, el pasado martes 15 de agosto del 2023, un hombre mayor de edad decidió tomar un inusual camino: alegando haber sido víctima de un robo a mano armada presentó una denuncia ante las autoridades, la misma parecía real.
Según su relato, el lunes 14 de agosto se dirigía a su trabajo en BPU. Tomó calle Emilio Rossi hacia la ruta 14; momentos después, en la intersección con María Colombies vio a un par de misteriosos individuos que circulaban en un birrodado que se aproximaba desde La Peyrade por la misma ruta. Los sospechosos doblaron hacia la calle Rossi, lo interceptaron y detuvieron el birrodado delante de él.La narración pintoresca continúa con los sospechosos pasando por su costado, siguiendo de largo, dando la vuelta por sus espaldas y finalmente lo interceptan. Uno de los hombres, supuestamente armado con una pistola de color negro, lo apuntó y exigió sus pertenencias al grito de "¡dame las cosas!". El botín incluía su teléfono celular, su uniforme de la empresa y una suma modesta de 3.000 pesos uruguayos, junto con un buzo tipo canguro.
Lo que podría haber sido una de las tantas rapiñas que ocurren en la ciudad, tomó un giro sorprendente cuando los investigadores descubrieron que todo había sido una farsa. El denunciante admitió que había inventado el incidente porque simplemente ese día no había concurrido a trabajar al frigorífico.
La situación llegó a Fiscalía y a la Justicia, donde los letrados se encontraron con una tarea singular: condenar al hombre por "simulación de delito".