La perspectiva climática es favorable para la no ocurrencia de grandes incendios en la próxima temporada estival, pero no se deberán descuidar las recomendaciones técnicas ni el factor humano, indicó el ministro de Ganadería, Fernando Mattos. El jerarca realizó esta afirmación durante la presentación de acciones conjuntas entre el Poder Ejecutivo y privados para prevenir incendios forestales durante el próximo verano.
Junto a Mattos estuvieron, este martes 31 en la sede ministerial, el subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Juan Ignacio Buffa; el director general Forestal, Carlos Faroppa; el director del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae), Santiago Caramés, y el titular de la Dirección Nacional de Bomberos, Ricardo Riaño; entre otras autoridades.El secretario de Estado sostuvo que el trabajo multidisciplinario es fundamental para combatir incendios y que la coordinación mejoró a partir del traspié que significaron los incendios en el litoral del país a fines de 2021, que afectaron una zona de 37.000 hectáreas.
Expresó que las condiciones climáticas son auspiciosas para que no se produzcan grandes incendios forestales, sin embargo, aclaró que muchas veces se motivan por acciones humanas. También advirtió que el país atraviesa una condición de variabilidad, por lo que 15 días sin lluvias es suficiente para que superficies vegetales o terreno carente de limpieza puedan desencadenar focos ígneos.
Mattos enfatizó que las zonas de mayor riesgo se encuentran en la costa ante el movimiento y la permanencia de personas. Además recordó que es importante cumplir las precauciones de no prender fuego al aire libre en lugares en que ello no está permitido.
“La perspectiva climática es favorable para que no ocurran grandes incendios en la próxima temporada de verano, pero no deben descuidarse las recomendaciones”, opinó el titular de Ganadería.
Caramés, por su parte, remarcó la importancia de los medios de comunicación para replicar los mensajes de cuidado, de manera que la población acceda a la información adecuada. También valoró que en 80 % de las escuelas rurales se impartieron talleres para educar sobre la temática y el valor del trabajo coordinado del sector público y el privado para llegar al sistema de alerta temprana.
Riaño resaltó que en 2022 no se ocasionaron pérdidas de vidas humanas ni de viviendas afectadas por incendios. Añadió que 26.000 hectáreas fueron afectadas, en contraposición a las 38.000 del año 2021.
Remarcó que protección, prevención y capacitación son áreas en las que trabaja Bomberos para disminuir los riesgos de incendios forestales. En la oportunidad, destacó la instalación de siete cámaras de detección temprana en la costa atlántica, lo que ha permitido salvaguardar miles de hectáreas de bosques y campos.
Acciones conjuntas
Entre las actividades que realiza la Dirección Forestal, dependiente del MGAP, para la protección de los bosques, se encuentra el estudio técnico y las inspecciones en el cumplimiento de los planes de prevención de incendios forestales, requisito principal para presentar y aprobar proyectos forestales de interés nacional.
También integra la Mesa de Análisis de Incendios Forestales y Quemas a Cielo Abierto, que preside el director nacional de Emergencias e integra la Dirección Nacional de Bomberos, el Ministerio de Defensa Nacional y el de Ambiente, mediante la Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial.
En 2022 se concretaron 160 inspecciones a bosques, cifra mayor, en comparación con las 46 de 2021, que realizaron las direcciones Forestal y Nacional de Bomberos para fiscalizar el cumplimiento del plan. Por su parte, hasta octubre de este año llega a 237 el número de fiscalizaciones, por lo que ya se superaron las realizadas durante todo 2022.
Las instituciones elaboran un instructivo técnico para establecer criterios en la presentación de los planes de protección contra incendios forestales. Entre las exigencias de la normativa, se incluye que los reservorios de agua aseguren una capacidad mínima, además de que se implementen medidas de alerta temprana y cursos de capacitación para el personal de campo. Los requisitos aumentan en función de la superficie forestada.
También determina que los responsables de áreas arboladas deban mantener limpios y vigilados sus predios. Las fajas de seguridad perimetrales e internas deberán mantenerse con vegetación controlada baja, que no supere, preferentemente, los 10 centímetros de altura en plantaciones cercanas a centros poblados. Los restos de podas se depositarán en lugares apropiados para evitar su dispersión y acumulación en padrones urbanos y suburbanos.
Respecto a las infracciones, serán aplicadas las sanciones previstas en el Código Penal y en el Código Rural.
Además, se realizaron acciones en conjunto con el sector privado para perfeccionar el Índice de Riesgo de Incendios, campañas de sensibilización en medios de comunicación y jornadas educativas en escuelas rurales. IR A PORTADA