Este jueves 15 de febrero, a la hora 13:00, la duraznense Sirela Marra oyó el timbre de su casa; un sonido cotidiano, pero que esta vez reveló una sorpresa que aguardaba tras la puerta. Al abrir, la felicidad le inundó el rostro y el corazón.
Helmut y Verena Wider, turistas alemanes, se presentaron frente a ella, desatando recuerdos que se tejieron hace seis años. Marra, en su papel de informante turístico, los había conducido por Durazno en aquella ocasión. Pero esta vez, el viaje no estaba marcado en itinerarios turísticos, sino en la entrañable amistad forjada a través de la comunicación vía WhatsApp.Si bien Marra conocía la llegada de sus amigos germanos a Uruguay, la inesperada visita a Durazno, y más aún, a su propio hogar, era un capítulo que la vida le guardaba con reserva. La funcionaria de la IDD, que hace algún tiempo superó problemas de salud, conserva incólume su pasión por el turismo, un amor que trasciende el simple acto de guiar para adentrarse en las historias que cada viajero lleva consigo.
Helmut y Verena, residentes de Villingen-Schwenningen, a unos treinta kilómetros de Suiza, están completando 1500 kilómetros (entre el 8 de febrero y el 13 de marzo de 2024), a veces viajan en bicicleta, otras en camioneta, exploran hoteles y disfrutan las bellezas naturales de Uruguay. En los próximos días planean extender su travesía hasta Sarandí del Yí.