Este viernes 22 de marzo por la mañana, el intendente Carmelo Vidalín alertó sobre la posibilidad de que el nivel del río Yí alcance más de 11 metros, debido al continuo flujo de agua proveniente de Polanco y Sarandí del Yí.
Según las estimaciones del jefe comunal, se espera que el flujo procedente aguas arriba persista hasta el 25 de marzo. Sarandí del Yí registró un pico de 6,55 metros, mientras que aún no se ha determinado el guarismo exacto en Polanco del Yí, un dato clave para proyectar la situación en la ciudad.La crecida del río obligó a desplazar a 60 familias en Durazno, lo que representa alrededor de 200 personas evacuadas, pero las autoridades temen que el número de desplazados aumente a 2000.
Ante esta emergencia, se insta a las personas cuyas viviendas se encuentran por debajo de la cota -10,50 a evacuar, preferiblemente durante el día, para facilitar y ordenar el proceso.
Los centros de alojamiento para los evacuados se encuentran en los Cibs Las Higueras y Santa Bernardina, y se están preparando otros campamentos en los centros barriales de El Varona, Plaza Nº1, Buem y La Guayreña. Se ofrecerán servicios médicos y alimentación, este último a cargo del Ejército y el Departamento de Promoción Social, con una cocina operativa en Cobusu.
El esfuerzo conjunto de diversas instituciones se intensificó en las últimas horas, con la participación de la Fuerza Aérea, que realizará vuelos a lo largo del río Yí para recopilar datos que contribuyan a una mejor predicción del crecimiento del caudal en Durazno.
Además, la Policía desplegó patrullas en las zonas inundadas para prevenir saqueos en las viviendas e incorporó gomones para un control más efectivo de las propiedades desocupadas.
En cuanto al suministro de agua, el intendente señaló que, por el momento, Durazno no enfrenta dificultades, pero recomendó precaución en el consumo y sugirió almacenar agua como medida preventiva.
Respecto a los caballos sueltos, el Comité trasladó aproximadamente 25 animales a un depósito ubicado en el Parque de la Hispanidad, donde los propietarios podrán recuperarlos cuando sea necesario.
