En abril de 1813, en el predio donde hoy se alza el hospital Británico en Montevideo, con el marco de una significativa asamblea de diputados, el máximo caudillo uruguayo José Gervasio Artigas, pronunció con humildad republicana, la frase más celebre, que con el transcurso de los tiempos, adquiere cada vez más vigencia: “Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana“. Después de esta presentación, Artigas envió a dicha Asamblea, sus célebres Instrucciones del Año XIII a los diputados, como orientación del pensamiento de un estadista practico.
Dentro del contenido de las Instrucciones, cita la importancia de promover: “la libertad civil y religiosa en toda su extensión imaginable“. Lo de la libertad civil era algo arraigado entre los diputados del año XIII, pero no así lo de la libertad religiosa que consagraba la libertad de conciencia con una concepción laica infrecuente entre los libertadores latinoamericanos de aquellos tiempos, lo que marcaría un ejemplo para la convivencia futura de la sociedad uruguaya.Ese valioso documento político legado por el Prócer, es un mandato, que debe ser la inspiración de todos los uruguayos. por los valiosos principios democráticos y republicanos que contiene. Es una acción viva de ese valor, que tanto se expresa pero que, lamentablemente no siempre se ejerce: Democracia, pero también Constitucionalidad. Al pronunciarlas y también ejercerlas en los hechos, se invoca a la dignidad más alta que hay en las organizaciones políticas libres; las del ciudadano.
Hoy en varios países del mundo, existen verdaderas dictaduras que utilizaron con mala intención la democracia como herramienta para llegar al poder. En las” Instrucciones “Artigas fue un visionario, cuando afirma de manera rotunda y con valor para siempre: “Es muy veleidosa la probidad de los hombres, sólo el freno de la Constitución puede afirmarla“. También este documento marca para los uruguayos, un camino de futuro, enumerando funciones esenciales del gobierno, destacándose valores tales como:” Conservar la igualdad, libertad y seguridad de los ciudadanos“.
Son tiempos de pérdida de valores a nivel mundial, por lo que resulta fundamental, el cuidado de la seguridad pública y el acatamiento de los ciudadanos a las normas constitucionales que regulan al funcionamiento del país, factor básico para la convivencia y goce de la libertad, recordando que otorga para los ciudadanos, derechos pero también deberes.
Es bueno recorrer las páginas de nuestra historia, que es una manera de otear el horizonte, en cuya tela virgen del futuro deberá dibujarse con el pincel de la libertad, del humanismo y de la fraternidad, valores a los cuales el Padre de la Patria, le otorgó particular atención. Los uruguayos tenemos que sentirnos orgullosos, de tener un caudillo de los quilates de Artigas, que transitó su vida orientando con inteligencia su pensamiento y, que tuvo el privilegio de descubrir que la conciencia es nuestro juez y que el correcto camino para transitar la vida, es el Deber, que es la suprema moral en los seres humanos. IR A PORTADA