“Las políticas de infancia son políticas económicas, de género y cuidados”, afirmó la directora nacional de Desarrollo Social, Cecilia Sena. La funcionaria repasó las políticas públicas en la materia y destacó la confluencia y el diálogo entre delegados de los ámbitos público y privado a fin de generar propuestas específicas para la primera infancia y elaborar una respuesta integral para abordarla.
El titular del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Alejandro Sciarra, participó, este lunes 29, en Montevideo, en el conversatorio Diálogos del Hoy para el Mañana, organizado por esa secretaría de Estado, a través de la Dirección Nacional de Desarrollo Social, junto con la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI).Acompañaron a Sciarra y a Sena, la subsecretaria de la cartera, Andrea Brugman, y la directora de Cuidados, Florencia Krall. Además, concurrieron la presidenta de la Administración Nacional de Educación Pública, Virginia Cáceres; el director nacional de Educación, Gonzalo Baroni; el director ejecutivo de la Agencia de Monitoreo y Evaluación de Políticas Públicas, Hugo Odizzio, y su par de la AUCI, Mariano Berro.
Los organizadores del encuentro se plantearon el objetivo de fomentar la reflexión crítica sobre lo actuado respecto a la primera infancia y los desafíos en el país. Participaron referentes gubernamentales, representantes del ámbito político y la sociedad civil organizada, empresarios, profesionales y académicos.
Sena afirmó, en una rueda de prensa, que, con el conversatorio, se buscó instalar un diálogo para generar propuestas específicas entre los involucrados en la temática. Añadió que el equipo de conducción ministerial se planteó a qué otros delegados era necesario invitar a fin de elaborar una respuesta integral para atender a la primera infancia. Resaltó que “las políticas de infancia son políticas económicas, de género y cuidados”.
Recordó, en su oratoria, la implementación, en 2022, del Bono Crianza, dirigido a los 30.000 hogares más pobres con embarazadas y niños de hasta 4 años, mediante el que se les transfiere 2.000 pesos mensuales por niño a través de la tarjeta Uruguay Social. A esto se suma el Bono Social de Energía Eléctrica, consistente en un descuento en el importe de las facturas de los hogares más vulnerables, que abarca a más de 200.000 hogares. Acerca de este punto, Sena sostuvo: “No son números que nos ponen orgullosos, sino que tenemos que trabajar para bajarlos y que no sea estructural”.
“Hay otra pobreza que no la mide la monetaria y que tiene que ver con las realidades de esas familias, con la convivencia, con situaciones de violencia en sus hogares, habla de otra pobreza que no se soluciona con transferencias”, señaló. Aquí, hubo otra decisión de invertir para fortalecer la territorialidad, el acompañamiento, los controles de salud para las embarazadas, la alimentación y el fomento para que el entorno sea apropiado para el nacimiento de un niño, agregó.