El 8 de abril de 2024 a plena tarde, una señora de 80 años recibió una llamada telefónica de un hombre que, haciéndose pasar por su nieto, le pidió dinero y joyas bajo el pretexto de un supuesto cambio de moneda debido a una devaluación. Convencida, la mujer retiró del banco 58.000 pesos uruguayos, 800 dólares americanos y diversas joyas, que luego entregó en calle Manuel Oribe, acompañada de su empleada de 60 años.
Al darse cuenta de que habían sido estafadas, ambas mujeres denunciaron el hecho a la Dirección de Investigaciones de Durazno. La Policía inició una exhaustiva pesquisa que permitió identificar a los presuntos responsables: tres hombres y una mujer.Los sospechosos, dos hombres de 21 y 25 años y una mujer de 20 años, fueron detenidos -tras allanamientos- en Canelones (ciudad de Suárez) y Soriano, respectivamente, tras orden judicial. Posteriormente, fueron formalizados por la Fiscalía de Primer Turno, que les impuso medidas cautelares: prisión preventiva para los dos hombres y arresto domiciliario para la mujer.
Cumplidos los 120 días de prisión preventiva, el caso volvió al juzgado, que condenó a los tres implicados. M.G.R.S., de 25 años, fue sentenciado a 18 meses de prisión, de los cuales 4 serán efectivos y el resto en libertad a prueba; F.N.S.D.R., de 21 años, recibió una pena de 14 meses, con los primeros 4 tras las rejas. La joven M.R.V., de 20 años, fue condenada a 14 meses de libertad a prueba.
El caso aún no está cerrado, ya que un cuarto implicado, un ciudadano argentino, está pendiente de juicio, actualmente cumpliendo condena por otros delitos.
El exitoso desenlace de este procedimiento habla del eficaz trabajo del personal de la Dirección de Investigaciones, que, mediante el análisis de redes sociales y cámaras de seguridad en Durazno, logró desarticular la red de estafadores.