Un hombre de 32 años -iniciales D.B.L.G.- que se ha cruzado con la ley en múltiples ocasiones, fue formalizado por la Fiscalía de 2° Turno y el Juzgado Letrado de 1° Turno, en el departamento de Durazno.
Este individuo, con siete antecedentes penales a cuestas, volvió ante la Justicia acusado de dos delitos de hurto y uno de receptación, todos cometidos en régimen de reiteración real. Las pruebas eran contundentes y no dejaban espacio para dudas, según la Policía.Los delitos que lo llevaron otra vez al banquillo de los acusados fueron varios. Las investigaciones realizadas por la Comisaría 9ª de Sarandí del Yí habían trazado un cuadro claro: D.B.L.G. estaba involucrado en una serie de hurtos en la región, y la evidencia acumulada era suficiente para avanzar en su proceso penal.
El delincuente, quizá consciente de que el cerco se estrechaba a su alrededor, decidió cambiar de aire y se fue a Montevideo, una ciudad que prometía el anonimato que Sarandí del Yí ya no podía ofrecerle. Sin embargo, el anonimato duró poco. La Jefatura Operacional IV de la capital uruguaya, en colaboración con la Policía de Durazno, logró ubicarlo y proceder a su detención.
El proceso judicial no solo le impuso arresto domiciliario con dispositivo electrónico, sino que también dejó claro que, de no haber disponible una tobillera, la Policía deberá realizar controles frecuentes para garantizar que no se aparte un milímetro de la ley. Serán 90 días de vigilancia constante, de acuerdo con el comunicado de este lunes.