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Era la 01:05 del miércoles 26 de marzo cuando una llamada alertó a la Comisaría 1ª de un intento de hurto en la vía pública. Dos sujetos habían sido vistos manipulando una motocicleta estacionada, tratando de extraer combustible. Minutos después, la policía los interceptaba. Lo que parecía un simple robo de nafta pronto revelaría una cadena de delitos que llevaba días en curso.
Los detenidos resultaron ser un hombre de 26 años, con antecedentes penales, y un adolescente de 17. Entre sus pertenencias llevaban un arma blanca y una botella con dos litros de nafta, evidencia suficiente para confirmar sus intenciones. Sin embargo, las pesquisas posteriores descubrirían que el mayor de los dos era mucho más que un oportunista nocturno.La investigación lo vinculó con una rapiña denunciada el 23 de marzo, de la que había sido coautor, así como con dos robos adicionales: uno del interior de un vehículo el 25 de marzo y otro a un transeúnte el 26 del mismo mes. En menos de una semana, sus delitos se apilaban como fichas de dominó.
Trasladado ante la Fiscalía de 1er Turno y el Juzgado Letrado de 4º Turno, el individuo identificado con las iniciales M.M.A. fue condenado a cuatro años y seis meses de penitenciaría. La sentencia lo responsabilizó por un delito de rapiña especialmente agravado, en calidad de coautor, y tres hurtos especialmente agravados, todos en régimen de reiteración real.
