 |
| Imagen de archivo.- |
La denuncia llegó a la Comisaría 13ª este miércoles 12 de marzo, poco antes de las seis de la tarde. En la calle Martín Echegoyen, entre José Batlle y Fructuoso Rivera, un hombre en situación de calle se había apropiado del porche de una vivienda ajena.
No solo dormía allí, sino que además arrojaba basura en la vereda y realizaba sus necesidades biológicas en el lugar, generando malestar entre los vecinos.Cuando los efectivos llegaron e intentaron retirarlo, el masculino, de 46 años, reaccionó con insultos y agresiones verbales. Ante su negativa a desalojar el sitio y su actitud desafiante, fue detenido y trasladado a la Unidad Policial duraznense.
La Fiscalía de 2° Turno ordenó que el individuo permaneciera a su disposición mientras se resolvía la situación. Entretanto, los vecinos siguen esperando una solución definitiva a un problema que se repite, hartos de la incomodidad, de la suciedad, del malestar de ver su cuadra reducida a un escenario de abandono.
Detrás del reporte oficial, detrás de la simple enumeración de hechos, queda el dilema que preocupa: el choque entre quienes buscan vivir en paz y quienes, empujados por la indigencia o la indiferencia, transforman la vía pública en un refugio sin reglas. Anoche, en Durazno, un hombre cerró el día en una celda. Cuando se abra la puerta, la historia tal vez vuelva a repetirse.
